
Cuentos imposibles
Comienza el año y con él llegan los buenos propósitos. Cambios de rutinas por otras más saludables. Algo de tiempo libre para compartir con los míos. Un poco más de ejercicio. Nuevos proyectos. ¿Te suena? Me pregunto cuántos de esos buenos propósitos serán realidad dentro de 365 días. Yo de momento me conformo con tenerlos en mente y… a ver qué consigo. Mi mundo de letras tiene ya una agenda que, si me paro a mirarla, me va a impedir algunos de ellos, pero me prometo a mi misma luchar para que eso no ocurra. Lo primero de todo es VIVIR pero no cabe duda que ese mundo literario también me da vida, y mucha.
Siempre me apasionaron las historias fantásticas o esos cuentos imposibles como, acertadamente, ha llamado la autora de este libro a esa trilogía de relatos que nos transportan por los senderos que jamás transitaríamos si no tuviésemos una imaginación prodigiosa. Por eso me ha resultado grato hacer esta pequeña introducción a la lectura de los mismos que te esperan en las páginas siguientes y aportar mi granito de arena contándote algo de lo que encontrarás en ellas.
“La niña del agua” te descubrirá un mundo multicolor y mágico. Seguramente sentirás que puedes sumergirte en la cascada y notarás el roce de los peces acariciar tus piernas. Procura tener un pañuelo a mano porque hay muchas posibilidades de que puedas necesitarlo al final.
Con “La cueva” te adentrarás en un mundo casi terrorífico que, con toda probabilidad, pondrá tus pelos como escarpias. No te cuento más sobre él para no estropearte la emoción de ir descubriendo los vericuetos de un viaje aterrador.
En fin querido lector, aprovecha esta joya que tienes en tus manos para pasar una tarde distendida y ya me contarás cuando volvamos a vernos en cualquiera de esos mundos mágicos.