Las 3 C de la gestión cultural pública

Las instituciones museísticas españolas no deben prescindir de la implantación y desarrollo de las áreas que potencian la visibilidad de los proyectos artísticos.

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Con una visión de retrospectiva, podemos recordar que la ya superada crisis financiera ha condicionado el óptimo funcionamiento de los museos y centros de arte en nuestro país, que a pesar de contar con grandes infraestructuras y,  estar dotada de grandes colecciones y así como una amplia programación de exposiciones temporales y actividades, ha prescindido de una correcta política de comunicación y colaboración con otros entes empresariales.

De este modo, las instituciones conscientes de esta situación, están apostando en la actualidad por sólidos aparatos de comunicación y  marketing, herramientas todas para optimizar su visibilidad y rendimiento, acciones que aumentan de forma óptima los resultados en las épocas de mayor déficit. 


Museos como el Prado, el Thyssen, y el Reina Sofia, han incorporado en sus estructuras organizativas
el área de patrocinio, acercando al mecenas, benefactor y patrocinador a la institución, haciéndole partícipe de los proyecto artístico y de las actividades, a través de una aportación económica y recibiendo a cambio una serie de contraprestaciones que lo vinculan a éstas.


Otras instituciones públicas, con similares características que las mencionadas, se postulan de forma contraria a esta corriente mas empresarial, y se conforman con comunicar su planes a través de modestos gabinetes de prensa, que no atienden de forma específica las acciones desarrolladas en la instituciones, sino englobadas en las generadas por las áreas de cultura de la administración correspondiente, no disponiendo así su personal del tiempo ni de la atención necesaria para crecer en políticas y en planes estratégicos y comunicadores. Se debe conservar, para comunicar y colaborar con otros entes.Ya no se trata sólo con contar con fondos deslumbrantes para realizar una exposición, se trata de comunicar bien, conectar con el público y sus intereses de forma inmediata.

Las estructuras organizativas de las instituciones museísticas españolas no deben prescindir de la implantación y desarrollo de las áreas que potencian la visibilidad del proyecto artístico y de las actividades que se generan en torno a éste. Departamentos como el de comunicación, marketing, promoción y desarrollo corporativo, patrocinio, nuevas tecnologías, tienda y librería, determinan y singularizan la imagen de la institución cultural como marca, así como su posicionamiento dentro del panorama museístico actual.