La vida sigue igual en el Tenerife

Los primeros 45 minutos transcurrieron con ritmo tedioso. Las altas temperaturas registradas en tierras andaluzas dificultaban que los protagonistas sobre el terreno de juego pudieran jugar a alta intensidad. 

Los locales no tardaron en dar el primer aviso. Antes de que se cumpliera el cuarto de hora inicial, Jaime Romero recogió el cuero en la frontal y buscó sorprender con un disparo raso. Aunque el balón se marchó desviado. 

Buscaba la escuadra blanquiazul reaccionar y crear peligro sobre la meta defendida por el joven Alberto. Sin embargo, los pupilos de José Luis Oltra no conseguían generar peligro. Mientras que el Córdoba merodeaba la portería defendida por Dani Hernández, quien se mostraba seguro en todo momento. 

Cuando todo parecía indicar que el marcador no se movería antes del descanso llegó el tanto tinerfeño. Corría el minuto 47, cuando Naranjo lanzó con potencia una falta desde la frontal del área. El cuero impactó contra un jugador de la barrera blanquiverde y desvió su trayectoria, sorprendiendo a Alberto y colándose en el fondo de las redes. Se adelantaba el Tenerife y el delantero se estrenaba como goleador en la vigente temporada. 

Tras el entretiempo la dinámica del encuentro varió. El Tenerife salió con otro aire al terreno de juego. Demostrando que el gol de Naranjo había servido como una botella de oxígeno inmejorable. Tanto fue así que, en la primera llegada, Acosta buscó el gol desde lejos; pero Alberto lo evitó deteniendo el chut en dos tiempos. 

Pasaban los minutos y el Córdoba se volcaba en busca del tanto del empate. Mientras que los insulares se sentían cómodos saliendo al contragolpe. Precisamente de uno de ellos estuvo cerca de llegar el segundo tanto de la tarde. Solamente lo evitó una estirada colosal de Alberto a remate de Acosta. 

La mala noticia para los visitantes llegó cumplida la hora de juego, cuando Luis Pérez fue expulsado por doble cartulina amarilla. A partir de ese instante, el equipo dirigido por Sandoval se lanzó a por todas. Los blanquiazules pelearon con todo por evitar que esto sucediera. Especialmente Dani Hernández, quien se convirtió en la figura del partido. Su primera gran acción llegó en el minuto 66, con una doble intervención asombrosa a remates de Aythami y Quintanilla respectivamente. 

En los instantes finales Acosta erró un mano a mano ante Alberto, lanzando alto el esférico. Fue en ese entonces cuando se hizo bueno ese dicho de 'quien perdona termina pagando'. A la jugada siguiente, Jorge cometió penalti sobre Piovaccari. La pena máxima la lanzó Jaime Romero, quien se encontró de nuevo con el meta del Tenerife. Parada del arquero y una vida más para los visitantes. 

Sin embargo, en la prolongación llegó el golpe definitivo. Aguado enganchó una volea magistral desde la frontal del área y anotó un gol de bandera, ante el que nada pudo hacer el arquero rival. De esta manera se certificaba el reparto de puntos y una nueva semana sin ganar del CD Tenerife.