Cuando pienso en un guardaespaldas me viene a la cabeza, inevitablemente, la imagen de Kevin Coster recibiendo el disparo que iba dirigido a Whitney Houston en la película El Guardaespaldas. Con ese mismo título pero en inglés Netflix distribuye ahora Bodyguard la exitosa serie de la BBC que ha conseguido ponerse al público en el bolsillo, eso sí, esta vez sin canciones mundialmente famosas ni romances con finales felices.
La serie narra la historia de David Budd, un exsoldado quien tras haber evitado un atentado yihadista en el metro de Londres es asignado para ser el escolta personal de la ministra de Interior Julia Montague. Budd se convierte así en la sombra de esta política que no duda en criticar duramente el terrorismo y afirmar que hará lo que haga falta para terminar con esta amenaza, lo cual deja al soldado en una situación moral delicada ya que es un antiguo combatiente en Afganistán.
Jed Mercurio es el creador de este thriller policíaco que encantará a quienes ya estuvieron pegados a la pantalla con Homeland. Richard Madden, quien interpreta a Budd, y a quien conocíamos como Robb Stark en Juego de Tronos, es la verdadera delicia de la serie, pues en ningún momento abandona esa seriedad característica del soldado que sufre trastorno de estrés postraumático. Keeley Hawes, quien interpreta con la sobriedad requerida a Montague, es la cabeza de un reparto con una gran presencia femenina, que no sabemos si es infundado o no, pero desde el primer momento vemos que todos los puestos de poder en la serie son ocupados por mujeres.
Apoyándose en la gran temática de la serie, el terrorismo, nos muestran un dilema moral que hoy deberíamos tener más que presente: la vigilancia a los ciudadanos en pos de la seguridad nacional. En otras palabras, ¿estaríamos dispuestos a dejar que espiaran nuestras conversaciones y búsquedas de internet para evitar un mal mayor? En la serie los políticos lo tienen claro.
Aunque los temas no los trate con especial profundidad y solo pase por ellos superficialmente observamos la gran crítica a la política actual que no duda en aceptar normas y leyes que afectan a los ciudadanos y que no se molesta en pedir disculpas por las heridas del pasado, que en este caso es muy reciente.