La Guardia Civil requisa 35 kilos de lapas y 12 pulpos en 20 infracciones

Una de las infracciones detectadas corresponde a una persona que estaba realizando la venta de lapas en la vía pública, quien cobraba diez euros por el kilo de este marisco

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 Agentes de la Guardia Civil pertenecientes a patrullas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y de Fiscal y Fronteras (Pafif) han detectado en Tenerife, desde junio, un total de 20 infracciones en materia de pesca y dos de consumo, en las que han sido requisados 35 kilos de lapas y 12 pulpos.

Las unidades de Seprona y Pafif, adscritas a la Compañía de la Guardia Civil en el municipio de Puerto de la Cruz, han propuesto para sanción a ocho personas por infracciones en materia de pesca y marisqueo, quienes han sido sorprendidos realizando dichas actividades sin la correspondiente licencia, en zonas de veda y realizando prácticas prohibidas, según ha informado el cuerpo de seguridad en un comunicado.

Una de las infracciones detectadas corresponde a una persona que estaba realizando la venta de lapas en la vía pública, quien cobraba diez euros por el kilo de este marisco.









La Guardia Civil ha recordado que la norma establece que en la pesca recreativa las capturas se destinarán únicamente al consumo propio del deportista o serán entregadas a instituciones con fines benéficos, quedando prohibida cualquier actividad lucrativa o comercial, por lo que los agentes procedieron a proponer la sanción para esta persona.

Además, los agentes confiscaron 17 kilos de lapas en la zona de Teno, un lugar de veda permanente para este tipo de prácticas, y el total de productos aprehendidos fueron entregados a instituciones benéficas y centros de acogida para su consumo.

La colaboración entre ambas unidades de la Guardia Civil ha llevado también a realizar inspecciones en locales dedicados a la restauración de pescado y marisco, y en uno de ellos se requisaron nueve kilogramos de pescado, nueve de lapas y viejas sin el correspondiente etiquetado o trazabilidad del producto, que además, se encontraba mal envasado.

La mercancía quedó precintada para su destrucción por parte de una empresa especializada, ya que no es apta para el consumo.