El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, ha animado a las administraciones canarias a retomar la apuesta por el gas natural licuado (GNL) como vía para reducir de forma drástica las emisiones contaminantes a la atmósfera y reducir los costes del sistema eléctrico de las Islas. Sesé considera compatible la introducción de esta fuente energética con el avance en energías renovables, y recuerda que, si no se introduce el gas, Canarias está condenada a seguir recurriendo al fuel-oil, “mucho más contaminante y caro”.
El GNL produce hasta un 30% menos de emisiones de CO2 que el fuel, dos veces y medio menos óxido de nitrógeno y 2.500 veces menos dióxido de azufre
Según el presidente de la Cámara tinerfeña, “es urgente descarbonizar el sistema energético de las Islas”. “El impulso que han recibido recientemente las energías renovables -añade Sesé- contribuye de forma importante a la consecución de ese objetivo, y es necesario perseverar en ese camino”. No obstante, el dirigente de la corporación de derecho público advierte de la conveniencia de contar con una energía de respaldo, que además permita reducir de manera “notable e inmediata” la huella de carbono de la región.
“Compartimos plenamente el objetivo de lograr la mayor penetración posible de renovables, un sector que además ha rebajado costes de forma significativa y constituye un potente nicho de empleo cualificado, pero no podemos olvidar que, entre tanto, seguimos quemando fuel”, expone el presidente de la entidad cameral”.
La institución cameral defiende la implantación del gas natural licuado por su “rentabilidad social” y también por su contribución a la competitividad económica de la Comunidad Autónoma y, en concreto, de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Así, el próximo año entrará en vigor la limitación de las emisiones de azufre para el transporte marítimo, lo que, avisa Santiago Sesé, “multiplicará el uso del gas natural en los buques”. Ello, precisa el presidente de la Cámara, obligará a los puertos a suministrar este combustible a las embarcaciones que recalen en ellos, lo que hace aconsejable el uso de regasificadoras.
De hecho -puntualiza Sesé-, el puerto de Las Palmas ha iniciado el proceso para poner en marcha una planta de GNL que incluye una central de generación eléctrica, en este caso destinada únicamente a las propias instalaciones portuarias. Según el dirigente cameral, “Tenerife no puede quedarse fuera del gas natural licuado sin correr el riesgo de que sus puertos pierdan peso en el contexto nacional e internacional”.