Un investigador prepara nanomateriales luminiscentes para fines médicos

Podrían localizar un tejido tumoral, engancharse a él y, además de determinar su temperatura.

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El investigador brasileño Sidney Ribeiro del Instituto de Química de la Universidad Estatal de São Paulo prepara nanomateriales luminiscentes con una especial precisión, al lograr estructuras cristalinas de 10 nanómetros de tamaño, que podrían localizar un tejido tumoral, engancharse a él y, además de determinar su temperatura, podría calentarlos hasta quemar esa zona.

La técnica utilizada por este investigador, que ha realizado una estancia de tres semanas en la Universidad de La Laguna (Tenerife), permite controlar mejor el tamaño de estos nanocristales, ya que con otros procedimientos estos pueden crecer hasta los 50 nanómetros o más, lo cual les impediría ser utilizados para fines médicos.

Sin embargo, el tamaño logrado por Ribeiro, a la vista del ojo humano tiene un aspecto similar al de granos de harina lo suficientemente pequeños como para, por ejemplo, ser introducidos en una célula.

La Universidad de La Laguna ha precisado en un comunicado que los nanomateriales obtenidos presentan propiedades luminiscentes dependientes de la temperatura.

Así, si se introduce una de estas nanopartículas en una célula, las características ópticas de estos materiales pueden dar información de la temperatura de la célula.

Estos cristales contienen iones de tierras raras, que son muy caras y la gran mayoría de minas se encuentran en China.




La luz que emiten estos iones aumenta por las propiedades cristalográficas de estos cristales tan pequeños y los hacen muy versátiles, además de usos biomédicos, estos nanomateriales admiten aplicaciones en campos como la microelectrónica, telecomunicaciones, móviles, coches, pantallas y en prácticamente toda la tecnología en el mercado.

Adicionalmente, el método utilizado por estos investigadores podría aplicarse, además, para fotocatálisis que permita la generación de hidrógeno a partir de agua.

“La luz que emiten estas nanopartículas pueden ser utilizadas para descomponer los agentes contaminantes; también para water splitting, que es la ruptura del agua en oxígeno e hidrógeno, el cual es posible acumular como fuente de energía”, explica el investigador brasileño.

El profesor Ribeiro lleva unos veinte años desarrollando esta técnica y es una eminencia en el campo de los nanomateriales.

Aunque el grueso de su estancia en la institución tinerfeña ha sido para colaborar con el grupo de investigación “Física de Materiales”, Ribeiro también ha impartido un seminario sobre materiales fotónicos para aplicaciones ópticas y también se reunió con la vicerrectora de Proyección Internacional y Cooperación para formalizar un convenio de colaboración entre las dos instituciones, centrado en el intercambio de profesorado y estudiantes de grado y posgrado.