Las construcciones deben cumplir con las necesidades del ser humano, pero la construcción sostenible, aparte de satisfacer estas cuestiones, también se muestra responsable con el medio ambiente y aporta soluciones integrales a los problemas a los que nos enfrentamos en el presente, cuidando, de esta forma, las necesidades de las futuras generaciones.
El Clúster de Construcción Sostenible (CCS) de Canarias pretende hacerse eco de las propuestas de sostenibilidad auspiciadas por Europa para lograr una mayor ventaja competitiva en las Islas al apostar por la innovación en este mercado emergente.
Los miembros del clúster entienden la sostenibilidad como una utopía que ayuda a alcanzar metas que mejoran la huella ecológica de las edificaciones y favorecen un modelo integrador entre la actividad económica y la civilización humana. Esta misión choca de frente con la cultura de la construcción tradicional del archipiélago, la que se ha llevado a cabo en los últimos 50 años en Canarias, y que se conoce como la del boom inmobiliario.
"El impacto ambiental de nuestra vida en el uso de las viviendas nos está pasando factura ya"
La construcción sostenible se refiere a mejores prácticas durante todo el ciclo de vida de la edificación (diseño, construcción y operación) que ayudan de forma efectiva a minimizar el impacto del sector en el cambio climático, el consumo de los recursos y la pérdida de biodiversidad. Así, los proyectos sostenibles tienen como objetivo común la reducción de su impacto en el ambiente y un mayor bienestar de sus ocupantes.
Diego Broock | ATLÁNTICOHOY
El cambio de paradigma del que participa CCS se logra, según mantiene el experto, por medio de la difusión, a todos los actores, de los principios, valores y conocimientos del nuevo modelo de construcción sostenible. Por ende, aseveran que la capacitación profesional es una línea de trabajo imprescindible para implementar estos objetivos.
Diego Broock, en el medio de la imagen | TWITTER
Estos son algunos de los puntos principales que deben tenerse en cuenta en las Islas para apostar por la construcción sostenible:
- La salud de las personas.
- La accesibilidad.
- La eficiencia energética.
De hecho, muchas viviendas "no son del todo lo saludables que deberían llegar a ser". El experto recuerda que algunas pinturas emiten un compuesto tóxico que en concentración excesiva es cancerígeno. Otros, lo emiten a cantidades tan bajas que no suponen ningún riesgo para la salud.
Asimismo, Broock resalta que "todos envejecemos o nos podemos romper una pierna, tener un hijo y usar un carrito, pero en las viviendas la accesibilidad no está considerada como una parte obligada". Solamente si una persona tiene una discapacidad se busca una vivienda hecha a la medida, advierte Broock. "Una de cada cien viviendas la tiene, y ya es un logro. Ese es otro componente social de la sostenibilidad en la edificación", asegura el experto.
Para el gerente del CCS, la eficiencia energética también debe tenerse muy en cuenta, como a huella de carbono de la vivienda en la construcción. En la vida útil de la vivienda se emite alrededor del 40 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de Europa. "En Canarias es un poquito menos porque no usamos calefacción, pero el impacto ambiental de nuestra vida en el uso de las viviendas nos está pasando factura ya", matiza.
La construcción de espacios que tienen en cuenta la calidad del aire interior, es una tendencia al alza https://t.co/odMBXbmdYH
— Ángel Rojano (@AngelKerakoll) 29 de septiembre de 2017
Ventajas de un buen diseño
Una casa bien diseñada a nivel energético, bien aislada y que aproveche cuestiones bioclimáticas, permite ahorrar "gran cantidad de dinero". Por ello, recomienda que, si nos hipotecamos por 40 años, "sería interesante plantear los ahorros de la vivienda durante ese periodo también". Una pequeña inversión mayor en el inicio nos puede permitir "grandes ahorros a largo plazo, incluso multiplicarlos por cuatro", explica.
"Si vamos a estar hipotecados 40 años, ¿cómo no vamos a pensar en los ahorros que vamos a conseguir en ese tiempo? Cualquier inversión que pueda afectar a la energía tiene un retorno muy grande porque el costo de la energía es muy alto", opina el gerente de CCS, quien resalta que "un buen aislamiento y equipos activos, así como unas placas solares a medio plazo están amortizadas, pero estamos hablando aquí de algo a muy largo plazo: el uso de la vivienda. Es un ahorro constante en el tiempo. Entonces, ¿por qué no hacerlo de entrada?".
"Estamos notando un cambio. Sin duda, se están construyendo más casas bioclimáticas y haciendo las reformas necesarias para que las viviendas sean mucho más eficientes, pero todavía hace falta que lleguemos a una masa crítica suficiente para que haya un cambio de modelo"
Conocer estas ventajas tiene unas implicacipones importantes en la economía de las personas y también a nivel ambiental contra el cambio climático. Así, instalar o no un toldo, por ejemplo, puede suponer tener un grado o dos más en casa. "Si usas aire acondicionado, estás ahorrando por cada grado unas cuantas decenas, si no centenas, de euros al año", añade. "Un toldo que te puede costar 300 euros te puede suponer a diez años vista un ahorro económico como multiplicar por cinco la inversión que has hecho en el toldo", resalta. Pero no solo hablamos de este tipo de medidas, sino de aprovechar las ventilaciones cruzadas cuando está fresquito el aire, o utilizar materiales pétreos, que por el día se calientan y por la noche emiten el calor. "Así tienes calefacción natural en su vivienda. Cuestiones de diseño bioclimático que son fundamentales", explica.
Nueva campaña online sobre #eficienciaenergética y #construcción #sostenible de @BASF_ES https://t.co/6fKFqsj1f0 vía @me_cluster pic.twitter.com/Qjc5c2rtTI
— FLC Andalucía (@FLC_Andalucia) 29 de marzo de 2017
Cluster en Construcción Sostenible (CCS) nace en 2009 como organización profesional y empresarial sin ánimo de lucro de ámbito canario y de carácter independiente, y desde entonces persigue contribuir a la creación de un modelo económico sostenible para el sector de la construcción.
CCS está conformado por actores empresariales y profesionales que abarcan la cadena de valor de la construcción (arquitectura, energía, agua, materiales, ingeniería, domótica, I+D, planeamiento) todos comprometidos con la sostenibilidad y cada uno especializados en desarrollar este compromiso en su ámbito de conocimiento.
Cuentan en la actualidad con unas doce empresas y esperan llegar próximamente a 20. “Hemos crecido”, asegura su gerente, Diego Broock, quien cifra en 30 socios el objetivo a seis meses vista.
Se trata principalmente de pymes y micropymes regionales, además de departamentos de la Universidad de La Laguna, centros de Formación Profesional, etc. Están interesados en incorporar instituciones empresariales en Tenerife, y están intentando crecer en Gran Canaria, donde cuentan ya con cuatro empresas, además de alguna en La Palma.