La ruta atlántica a Canarias mata a 26 inmigrantes en dos meses

La afluencia de inmigrantes a Canarias ha venido creciendo en los dos últimos años de forma sostenida, en una tendencia que se aceleró a partir de septiembre de 2019

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La ruta atlántica desde África hasta Canarias ha matado en dos meses a 26 inmigrantes que trataban de acceder a Europa a través de las islas, entre ellos un bebé que nació y pereció a bordo de una patera, según datos recopilados por la Organización Internacional de las Migraciones.

En los dos primeros meses del año, Canarias recibió 1.181 inmigrantes en 40 pateras o cayucos, 14 veces más que en el mismo periodo de 2019, cuando se contabilizaron 84 llegadas en diez barcas, de acuerdo con los informes del Ministerio de Interior.

Si se cruzan ambos datos, las cifras revelan que por cada 45 personas que llegan a las costas de Canarias o son socorridas en su área marítima, una se ha dejado la vida en el océano.

Organizaciones como Cruz Roja, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o Caminando Fronteras comenzaron a advertir el pasado verano de que la ruta atlántica daba signos de haberse reactivado, ante las mayores dificultades que los inmigrantes africanos encuentran ahora para cruzar a Europa por el Mediterráneo.

Cada vez llegan más niños en pateras

Lo hacían con preocupación, porque las personas que se aventuran a ella parten cada vez desde más lejos, en trayectos de varios días en océano abierto, donde perder el rumbo o sufrir una avería en el motor puede conducir, sin remedio, a la muerte. Y otro dato les alarma aún más: cada vez llegan en las pateras más niños pequeños, incluso bebés, algo que no se había visto hasta ahora en las islas.

La mayoría de las pateras que han llegado este 2020 a Canarias habían salido de la costa Dajla, en el sur del Sahara Occidental, a unos 450 kilómetros del faro de Maspalomas, en Gran Canaria, el punto más cercano de las islas en línea recta.

En patera, los inmigrantes tardan de dos a tres días de navegación en cubrir ese trayecto, si todo va bien. Si no, pueden enfrentarse a situaciones terribles, como la que vivieron los ocupantes de la patera rescatada el 8 de febrero a 800 kilómetros al suroeste de El Hierro por un buque mercante, tras dos semanas a la deriva.

De los 27 jóvenes africanos que salieron de la antigua Villa Cisneros en esa patera, solo sobrevivieron 18. Dos murieron mientras estuvieron perdidos, otros dos fallecieron pocas horas después de haber sido rescatados y cinco se lanzaron al mar, en océano abierto, completamente desesperados, según han relatado los supervivientes.




Episodios drásticos de la ruta atlántico

Ese uno de los episodios más dramáticos que documentan los datos recogidos por la OIM, pero no el más grave. Le dobla en muertos el naufragio de otra patera ocurrido en las cercanías de Dajla el 17 de febrero: solo 14 de sus 28 ocupantes sobrevivieron.

El resto de las víctimas de este 2020 corresponden al bebé que nació y murió en una patera a la deriva cerca de Lanzarote el 8 de enero; el hombre cuyo cadáver estaba a bordo de otra barquilla rescatada en Gran Canaria el 5 de enero; y el varón cuyo cuerpo llegó a bordo de otra barca el 27 de febrero a la playa de Matorral, en Castillo de Romeral, también Gran Canaria.

Además, desde que comenzó el año hay al menos otras dos pateras perdidas con todos sus ocupantes a bordo, de las que no se tiene noticia alguna, según los datos que recopila Caminando Fronteras.

La afluencia de inmigrantes a Canarias ha venido creciendo en los dos últimos años de forma sostenida, en una tendencia que se aceleró a partir de septiembre de 2019.

El promedio de llegada es de 2,1 personas al día

Las cifras que publica CEAR lo muestran con claridad: de enero a agosto, el promedio de llegadas era de 2,01 personas al día. De septiembre a diciembre, se disparó a 18,32 diarias.

En las tres primeras quincenas de 2020, la media de llegadas ha estado en 20 o más diarias: 21,53 del 1 al 15 de enero, 25,93 del 16 al 31 de enero y 19,33 del 1 al 15 de febrero.

En la segunda quincena de febrero el ritmo de entradas cayó a la mitad, 9,7 diarias, pero en esas fechas hubo un fuerte temporal de mar y un episodio de vientos y densa calima que hicieron que varias pateras se dieran la vuelta poco después de salir y regresaran a la costa del Sahara.