Este es el mensaje que pretende lanzar 'Micro 2018', la conferencia que por segundo año ha reunido en Lanzarote a los principales grupos científicos del mundo involucrados en esta materia, por iniciativa del grupo Marine Sciences for Society, la Unesco y universidades como las de Cornell (EEUU), Plymouth (Reino Unido), Versalles (Francia), Siena (Italia) o Las Palmas de Gran Canaria.
La #contaminación del aire reduce en 2 años la esperanza de vida de todas las personas, según el nuevo Índice de vida de la calidad del aire.Es el mayor riesgo ambiental para la salud que enfrentamos hoy día.— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) 21 de noviembre de 2018
Los expertos que han participado en este congreso han tomado como referencia a Lanzarote porque esta isla, reconocida como Reserva de la Biosfera hace 25 años, viene alzando la voz con este problema desde hace una década, desde que playas como Famara y otras calas de su costa norte comenzaron a llenarse de plásticos arrastrados por la Corriente de Canarias desde múltiples puntos del Atlántico.
¡Sorprendente! La contaminación atmosférica a tiempo real. #contaminación // Ikaragarria! Atmosferako kontaminazioa denbora errealean. #kutsadurahttps://t.co/6PnMG3t0OS pic.twitter.com/yNDOEid6d5
— ParticiPartePMUS (@ParticiPartPMUS) 22 de noviembre de 2018
En los últimos años, se han publicado trabajos que demuestran que el plástico que contamina todos los océanos, sin excepción, se fragmenta con el tiempo en miles de trozos susceptibles de que los peces se los coman e, incluso, en partículas tan minúsculas que son ingeridas por el plancton. Y a partir de ahí, van ascendiendo por la cadena alimentaria hasta llegar a la mesa de cualquier hogar.
La ballena había tragado 115 vasos de plástico, 25 bolsas, cuatro botellas y dos chanclas. https://t.co/yfg958syOs
— BBC News Mundo (@bbcmundo) 21 de noviembre de 2018
Esta científica subraya que no hay tiempo que perder para tomar medidas, porque incluso en la hipótesis de que la humanidad parara de producir plástico de la noche a la mañana, la enorme cantidad que acumulan ya los océanos nos va acompañar durante siglos.
El cuerpo de un cachalote encontrado en Indonesia tenía en su estómago:115 vasos plásticos25 bolsas plásticas4 botellas de plástico2 sandaliasUn saco de nylonMás de 1.000 piezas variadas de plástico. https://t.co/saVgGD2AeWUrgen medidas drásticas a favor de #MaresLimpios pic.twitter.com/XWjPd4O95Q— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) 20 de noviembre de 2018
Esta científica cree que urge tomar medidas. Las primera: prohibir o restringir los plásticos de un solo uso, pero también exigir a toda la cadena industrial, desde el fabricante hasta la planta de reciclaje, que informen regularmente y con detalle de las cifras de plástico que mueven, porque los científicos están seguros de que tienen entre manos un problema "infravalorado".