“Hay que poner una frontera a las redes sociales desde el punto de vista personal”

EN PRIMERA PERSONA: Amante de la musica y de radio por igual, Héctor Martín González acumula ya 18 años con su programa 'Canción a quemarropa'

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Héctor Martín González acumula ya 18 años en activo. Ama al mismo nivel la música como las labores radiofónicas y encuentra la fusión perfecta de ambas pasiones en su programa radiofónico 'Canción a quemarropa', que actualmente se puede escuchar cada domingo -en primera emisión- a través de La Diez Gestiona Radio y Gestiona Radio Gran Canaria. Jazz, canción de autor y world music son sus vías principales de comunicación...

- ¿Cómo llegó a la profesión a los medios de comunicación?

- Pues fue algo debido prácticamente al azar. Digamos que entré en una emisora de radio y fue decisivo para poder encauzar mi amor por la música. Teníamos muchas ganas por poder expresarnos, de divulgar y extender ciertos estilos musicales algo denostados por los medios de comunicación habituales -sobre todo en la época previa al S. XXI a la que nos referimos-. Entré en una emisora muy pequeña que casi no tenía cobertura pero era la mejor escuela para formarse. menos medios, más trabajo, más aprendizaje. Una casualidad como esa, y ya ves... tantos años después sigo en las ondas.  

- ¿Cuál ha sido la etapa más emocionante que le ha tocado vivir?

- Es difícil concretar uno. El salto al streaming, ya hace muchos años, fue muy emocionante. También fundar una emisora desde su raíz hasta que tuvo que cerrar, como Aitiden Radio.  Empezar a publicar en una web. Colaboraciones con la prensa diaria en La Opinión de Tenerife, era increíble leerte con olor a tinta. Llámame romántico, pero es precioso. También, conocer a muchos músicos trascendentales en los estilos que más respetamos y amamos en nuestro espacio. Mucha gente relacionado con el arte. Como ven, me resulta imposible decir uno, pero es un resumen de todos.


"El avance en la manera de contactar con otros espacios del mundo es, creo, evidente. Pero todo hay que pagarlo. Nada es gratis"

- ¿Qué proyectos periodísticos está afrontando actualmente?

- Tengo la suerte de afrontar a diario la website www.cancionaquemarropa.es, nuestro programa de radio -18 años en antena- que realizamos gracias a la producción de Creacción.tv. Canción a quemarropa se emite cada domingo -en primera emisión- a través de La Diez Gestiona Radio y Gestiona Radio Gran Canaria.

También producimos y realizamos el programa Mondo Canary, con Pedro Marrero y un gran equipo detrás. Se emite también en los mismos canales. Después, se mueven en podcast en Elblogoferoz.com . Realizo técnicamente Canarios de Campo y Mar, sobre agricultura, que suena diariamente en Canarias Radio. No me paro. Me encantaría tener más tiempo para apoyar y ayudar a más interesantes proyectos pero a veces es una cuestión de falta de posibilidades temporales.

- ¿Qué tiene de especial un medio como la radio?

- Mucho. A menudo recuerdo la famosa canción de los 80, creo que era de The Buggles, “Video killed the radio star”. Yo prefiero la frase de Queen de “Radio GaGa”, “Radio someone still loves you”.  A este medio lo han querido matar desde el comienzo. Muchos de los proyectos que se acercan a Canción a quemarropa me preguntan sobre la virtualidad y la importancia de la radio en pleno S. XXI y muchos me han dicho que prefieren hacer una lista de spotify a sonar en un programa de radio ¡Allá ellos! Cada vez hay más oyentes que escuchan programas de radio a la carta en plataformas como Ivoox. Eso también es radio quiero aprovechar para recordalo. De todos modos, yo creo que es todavía más independiente la frecuencia modulada. Creo que es un error no conservar estas redes  tradicionales que todavía tienen bastante seguidores. Vamos a acabar dependiendo de redes como facebook y no estoy convencido de que sea totalmente adecuado.

- ¿Cifu ha sido su principal referente?

- Juan Claudio Cifuentes, Cifu para los amigos, fue evidentemente un gran maestro. No diré que el único pero sí desde luego el principal. Cada uno de sus programas era una clase magistral. No hablaba de oídas o de lecturas sino que era una persona acostumbrada a trabajar con las discográficas que tenía perfecta información de primera mano de todo sobre lo que se refería. Además, fue decisivo de cierta manera. Una vez me dijo, “si no me gusta, no hablo de ello. Casi mejor”. Por otra parte, procuraba estar al día de las nuevas producciones, tanto nacionales como internacionales. En conclusión, Cifu tendrá siempre un espacio importante para los comunicadores relacionados con el jazz y algunos de otras músicas también deberían tenerlo como referencia.

- ¿Qué valoración hace del entramado musical en Canarias? ¿En que se podría mejorar?

Siempre se puede mejorar. Hay de todo, como en botica. Hay músicos especialmente involucrados en el acabado fino de sus producciones, que piensan no solo en la concepción, creación, distribución, precio y presentación de sus trabajos sino también en la publicidad de los mismos. En algunas ocasiones, hay otros proyectos que no ponen todo el ímpetu en estos apartados de la producción. Hay que recordar que son necesarios, todos los factores deben de estar al día y bien realizados. En ese sentido, este no es un trabajo diferente a otra empresa.

"Ya hay una sección en casi todos los digitales que es de 'noticias urgentes'. Hay tantas que parece que no tiene sentido la 'urgencia'. "



- ¿Las redes sociales distorsionan o son un arma de liberalización?

- Es el nudo gordiano ¿Son positivas o negativas? Supongo que hay un poco de todo. El avance en la manera de contactar con otros espacios del mundo es, creo, evidente. Pero todo hay que pagarlo. Nada es gratis. Hay gente que opta por compartir en facebook aspectos verdaderamente íntimos. A veces, de sus propios hijos e incluso de sus propios hijos antes de nacer (fotos de ecografías, sin ir más lejos). Hay que tener mayor responsabilidad. Parto de la base de que no hay mucha gente interesada en qué comí, qué follón armé, en dónde nadé o con quién estuve el viernes por la noche. Hay que poner una frontera y ésta ha de ser desde el punto de vista personal. Hace relativamente poco he visto “Player Number One”, la última película de Spielberg, y propone un futuro muy alejado de la humanidad y muy virtual. Esperemos que no lleguemos a eso.

Desde el punto de vista profesional, me parece interesante que el trabajo esté en esa plataforma aparentemente sin fronteras pero no abandonaré otras redes sociales más antiguas. Siguen siendo positivas y siguen dando resultados. Hay algún viejo dinosaurio, de manera de prensa escrita, que sigue dando coletazos, yo no lo daría por muerto. Por otro lado, ¿Cómo se financia? ¿Si es gratis? ¿Cómo sacamos partido? Ya da para largas charlas y probablemente esta conversación sería muy larga. 



- ¿Qué es lo mejor de ser periodista?

- ¡La nómina! -Es broma-. En mi campo, lo mejor es que conoces a gente desde el comienzo. Tal artista al que te acercas y dices, ¡te pinchaba en mi programa desde que eras un niño! Y te lo agradece. Han crecido muchos grandes artistas que al final son bastante reconocidos y es bonito ver el feedback que tienen con nosotros.  

También es un campo que abre vías para realizar tus mismos actos, producir conciertos, algunos hemos hecho y fue una época bastante fructífera desde el punto de vista cultural ¡Ojalá vuelva con ciertas colaboraciones!

- ¿La profesión de periodista es una capa que se lleva 24 horas al día? ¿Es sencillo desconectar?

- Es también una pregunta muy difícil. Yo procuro hacerlo. Precisamente con la revolución social de las redes sociales parece que siempre urge una respuesta inmediata y directa para que sea continuo el flujo de información desde el medio emisor al receptor. Ya hay una sección en casi todos los digitales que es de “noticias urgentes”. Hay tantas que parece que no tiene sentido la “urgencia”. Esto es un desempeño que ha cambiado mucho desde que nuestro programa de radio nació. Antes salías del medio de comunicación, tenías copia o no de tu trabajo y aquí “paz”. Podía, prácticamente, caerse el mundo. Ahora el periodista no puede tener esas licencias. No sé si es para bien o para mal. El tiempo lo dirá.