El Consorcio Maspalomas Gran Canaria se une al proyecto europeo Natalie para lanzar una prueba piloto que combata la contaminación de las aguas pluviales en la emblemática Charca de Maspalomas. Este proyecto, en colaboración con el Cabildo de Gran Canaria, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y la empresa Canaragua, representa un paso fundamental en la búsqueda de soluciones sostenibles para proteger los ecosistemas de la zona frente a los impactos del cambio climático.
Durante el taller celebrado en el Parque Tony Gallardo, se propusieron nuevas estrategias para mejorar la gestión de las aguas de lluvia. Entre ellas, destacan sistemas de drenaje que evitan que los contaminantes lleguen al ecosistema, especialmente durante tormentas intensas. "Esta prueba piloto impulsará el uso de tecnologías que mejoren la calidad del agua y su reutilización", destacó un portavoz del Consorcio Maspalomas.
Economía circular
La iniciativa se centra en la creación de infraestructuras que no solo impulsen el uso de agua regenerada en áreas verdes y turísticas, sino que también refuercen el enfoque de economía circular. Este proyecto contribuirá a mantener la sostenibilidad del entorno de la Charca y apoyará la biodiversidad, alineándose con los objetivos del programa Natalie para abordar la crisis hídrica en áreas vulnerables a nivel europeo.
Este modelo de colaboración público-privada busca involucrar a múltiples actores en la implementación de soluciones basadas en la naturaleza. Así, se proyecta reducir el impacto de las lluvias intensas y proteger el entorno de Maspalomas frente a futuras crisis climáticas, consolidando la isla como un referente en sostenibilidad y cuidado medioambiental.