"Ir de la mano con la ciudadanía y con los ayuntamientos, e involucrar a la gente que habita en la cumbre, es lo que nos permitirá profundizar en los objetivos de la declaración del Patrimonio Mundial de Gran Canaria”, subrayó el consejero de Presidencia del Cabildo, Teodoro Sosa, en la apertura del II Foro Ciudadano Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña, celebrado en Tejeda bajo el lema ‘Sostenibilidad y retos del territorio’.
Sosa recalcó que el Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria se ha convertido “en un ejemplo” en la gestión coordinada de figuras de la Unesco que coinciden en el territorio, y apostó por ahondar en la colaboración con los ayuntamientos que integran el Paisaje Cultural, es decir, Tejeda, Artenara, Gáldar y Agaete. Por su parte, el presidente del Foro Ciudadano, Pedro Hernández, se sumó a la necesidad de “aunar esfuerzos para conservar este frágil territorio”.
Fomento de la investigación
El consejero recordó que “uno de los aspectos que más valoró el comité de la Unesco es que el impulso de la declaración fue un movimiento de abajo hacia arriba”, gracias a iniciativas que emergen de la sociedad. Además, Sosa subrayó que la reciente incorporación del Patrimonio Mundial de Gran Canaria a la Alianza de Paisajes Culturales ofrece una plataforma perfecta para compartir experiencias con las entidades gestoras de Aranjuez, el Palmeral de Elche, Ibiza, La Alhambra y el Generalife, Las Médulas, Sintra y la Serra de Tramuntana de Mallorca.
Precisó que entre los objetivos fundamentales de la Alianza destaca sobremanera el fomento de la investigación, el conocimiento y la formación en materia de patrimonio natural y cultural, así como de la educación y la divulgación para aumentar la conciencia ciudadana y la implicación social sobre el uso racional y sostenible de los Paisajes Culturales.
De César Manrique a Borja Marrero
El II Foro Ciudadano lanzó una mirada múltiple sobre la gestión del territorio. En este marco, el responsable del Departamento Pedagógico de la Fundación César Manrique de Lanzarote, Alfredo Díaz, destacó que el artista conejero fue “capaz de pensar un modelo de desarrollo para un territorio basado en el turismo, pero no a cualquier precio”.
El programa viajó de Lanzarote a los fogones del chef grancanario de raíces cumbreras Borja Marrero, que brilla con una Estrella Verde en la Guía Michelin de Canarias con una propuesta culinaria que cocina literalmente el territorio y otorga un papel protagonista a vinagreras, flores de jaramago, trebolinas o capuchinas, así como al musgo de barrancos que deshidrata para preparar ahumados, o para proporcionar cremosidad a los arroces. Además, la penca de tunera tiene más de cuarenta usos distintos entre los muros de su cocina.