El “chef del mar” (Cádiz), anunció en un lejano Congreso San Sebastián Gastronomika que el plancton marino estaba listo y autorizado para el consumo humano. Después de años de investigación y, no poco esfuerzo en el mar y en los laboratorios, las exploraciones culminaron en la incorporación definitiva a la mesa cotidiana.
Rissoto de Aponiente, un plato emblemático en el restaurante gaditano | Francisco Belín
Las microalgas de las que se compone este aderezo –imaginen un arrocito- son ricas en vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos omega 3, minerales y en diversos compuestos funcionales. Compendio de elementos que hacen que la puesta en escena en el ámbito de la cocina esté más que justificado.
Se sumó a los alimentos aprobados de la Unión Europea, dentro del listado de Novel Food (Nuevos Alimentos), sin antecedentes de un consumo significativo anterior al 15 de mayo de 1997 y que garantiza la seguridad nutricional al comensal. Hoy se comercializa el denominado plancton marino liofilizado, ingrediente que además de proporcionar un increíble sabor a mar a los platos, comporta no pocos beneficios a la salud.