El municipio de Arona, a través de su marca “Arona Gastronómica”, propición este lunes 28 la ponencia del chef Diego Schattenhofer, primer embajador culinario de la diversa gastronomía del municipio, en el escenario de Madrid Fusión 2019.
Bajo el título "#AronaGastronómica: inspiración guanche contemporánea, interacción neuronal y gestión psicológica’, el jefe de cocina situó a los congresistas en el eje de coordenadas gastronómico que marca en el restaurante 1973 Taste, ubicado en el hotel Europe Villa Cortés. Se trata de la gran apuesta de Arona en el campo de la cocina de vanguardia e investigación.
Seguimiento por la gran pantalla de la ponencia | atlanticohoy.com
Schattenhofer, bien conocido por haber desarrollado hace años los “platos voladores” (con tecnología electromagnética), lo que le valió el premio de Innovación de Madrid Fusión en 2011, ha desgranado en su ponencia, una de las más esperadas por su carácter creativo y transdisciplinar, las tres líneas de trabajo del restaurante.
Por un lado, la exploración de las remotas cocinas de los aborìgenes y, más tarde, otros cruces culturales, junto con la vindicación del producto local de Arona, todo desde la creación contemporánea y con el apoyo de historiadores, antropólogos y artesanos; la gestión de la creatividad y la dinámica de trabajo en un equipo de alta cocina de vanguardia a través de la psicología, para lo que contó con el psicólogo de su equipo, Rayco Suárez; y su innovador e inédito trabajo, junto al doctor Lucas Iacampo (neurólogo) y la Universidad de La Laguna, sobre las rutas cerebrales del sabor, con el objetivo final de recrear en el comedor experiencias gastronómicas y sensoriales personalizadas.
La cocina “guanche” contemporánea en tres platos. Diego Schattenhofer presentó tres de los platos que componen el menú largo de 1973 Taste: camarón soldado y la gamba cabezuda con caldo marino cítrico y cremoso de millo con chili corazón de paloma, con toque salino de erizo de mar; esféricos de papas bonitas con caldo mineral y torrefacto de sus pieles, acompañadas de ‘relera’ de gofio y pesto de cilantro, servidos en una cuchara de lapa ancestral que, a juicio del chef, aporta umami al plato; y por último, cabrito embarrado “embarrado” con pimienta picona de La Palma y mole madre de Enrique Olvera, que se envuelve en hoja de platanera y se encierra en una pieza de barro que se cuece durante el servicio para ser presentado como el último plato salado del menú.