La berenjena de Almagro, que es una variedad casi silvestre de laSolanum melongena -nombre científico dado por el célebre botánico sueco Carlos Linneo-, es uno de esos aperitivos del tipo de encurtidos que tan bien van a la hora de abrir el apetito con una cerveza helada, ahora en los tiempos veraniegos, aunque tenga vigencia a lo largo de todas la estaciones.
Su denominación parte de la localidad manchega de Almagro, en Ciudad Real, aunque este atractivo bocado puede encontrarse en conserva en determinados supermercados y tiendas especializadas de alimentación, además de los habituales mercaditos diseminados por Castilla La Mancha.
Posteriormente, se cuecen entre 5 y 15 minutos y se someten a continuación a un proceso de fermentación, donde se agrega el aliño; se tienen entre 4 y 15 días, después de los cuáles estarán listas para su consumo.
Si las berenjenas se comercializan embuchadas, se rellenarán además con pimientos y se atravesarán con tallos de hinojo, dando lugar a su disposición final típica.
Ración en un establecimiento de Miguelturra | Luis Miguel Vela