A lo mejor es que nos resistimos muchas veces a eso tan sano y estimulante para el cuerpo y el espíritu como fluir. Sí fluir: dejarse convencer y llevar por una persona amiga, por la pareja, por un familiar… "Te voy traer aquí" -te dice- y tú que declinas la invitación porque te pones remolón. ¡En serio, vas a probar unas papitas negras con mojo flipantes!
Además, con el pretexto de unos bocados o una cerveza helada o un vinito, no es que nos vayamos a encerrar en un establecimiento culinario al uso; nos vamos a la playa, a respirar el "spray" marino. Quizá te pasen a recoger y te llevan a Las Teresitas. Y el amigo aparca ante la arquitectura liviana y de líneas blancas y sencillotas. En Flow Beach Club hay un “no sé qué indefinible”: llegas y oteas la playa, a los bañistas, algunos de ellos haciendo ejercicio de un lado a otro, mientras pasa servicio con bocatas que exhiben muy buena pinta. Aquí empieza la intriga.
Hoy hace brisita agradable. He salido de trabajar duro y llevo la cabeza como un bombo pero pronto me dejo mecer por la placidez del sitio. Por supuesto que playero y lo que es, pero la atmósfera y la ensaladilla de chocos con huevo frito y la ‘regañá’ para acompañar ya están haciendo su labor refrescante con la caña de cerveza.
Ensaladilla de chocos con huevo frito | Francisco Belín
Quizá me esperase algo más ‘convencional’, más digamos de ‘lo de siempre’ o lo clásico de un chiringuito de playa. Pero en Flow, de la mano del jefe de cocina Javi Gutiérrez, que asesora en la propuesta culinaria, el estilo sencillo no está reñido con la apuesta por el sabor, patente el del choco en la ensaladilla o el rico resultado de las mencionadas papitas negras y especialidad de la casa, las “arrubravas”, que se traen de Güímar hasta Las Teresitas y un mojo rojo impecable –ojo que siempre dan ganas de pedir más-.
Con un vinito aparecen los bocatas troceados –también hay hamburguesas especiales- para repartir. ¡Qué intenso el sabor del de cochino canario con queso de Benijo y mayonesa de mojo rojo! o, más aún, el de chorizo del animalito emblemático a la parrilla con chimichurri flow –exquisito- que decidimos acompañar con un vino blanco atemperatura idónea. Los sabores son ricos, definidos, agradables y sin más complicaciones: ¡definitivamente dejo que fluya este ratito tan bueno!
Bocadillo de calamares | Edgar Sabina
Ahora toca probar con el bocadillo de calamares, también otro de los que tiene sello de los aquí imprescindibles; con cebolla frita y alioli de ajos asados. Un conjunto que nos va dejar más que satisfechos. Luego aún queda espacio para una papitas abiertas en “estrella” con salpicón de atún y mayonesa verde. Por cierto, pregunten por el cangrejo (riquísimo pero en ese caso empiecen en primer lugar por esta especialidad contundente).
Papitas y salpicón de atún con mayonesa de mojo verde | Francisco Belín
Además de los sándwiches o las hamburguesas –no pierdan de vista la de cochino negro o la de merluza-, en el epígrafe “Más serio” de la carta podemos elegir entre la una ensalada de productos de Anaga o el tartar de aguacate, pulpo asado y ali-oli gratinado; o puede que la merluza a la plancha con puré de batata y mojo verde o atún con mojo rojo y batata frita.
Para refrescar, porqué no un postre único tan rotundo como los polos (Poletos) de diferentes sabores; el de yogur y surtido de frutas está logradísimo. Para el ratito distendido, y el entorno lo merece, porqué no permitirnos un mojito cubano o diferentes cócteles y combinados –otro de los puntos fuertes de Flow-muy fresquitos (margaritas, mojitos de sabores, caipiriña, daikiri,…).
Flow Beach Club está situado en el acceso nº 3 y pretende ser una referencia también en el respeto a la playa y al medioambiente. Se lucha y da ejemplo por conseguir erradicar residuos y aquí se utilizan vasos de P.L.A y bolsas de basura de féculas de papas, ambos productos biodegradables. Asimismo promueve el consumo de productos km 0 comenzando por las frutas y hortalizas del parque natural de Anaga y con los quesos de Benijo y Taborno.