
Caviar gomero: al fin y al cabo la sutileza de huevas de caballa
El cocinero Fabián Mora lo describe en sus recuerdos como “delicioso manjar que ofrecía mi padre a algún amigo o familiar en el corredor de mi casa de hechuras canarias, al fresquito del verano”.
"En los años ochenta cerró la factoría de pescado “Lloret y Llinares” -apuntaba-. Chefo (encargado de la factoría y de los últimos que abandonó La Rajita) regaló al padre unos tarros para que se echara unos pinchitos. Al fin y al cabo un rico compendio de huevas de caballas en una disolución de aceite vegetal y oliva con sal".
A algunos-as alcanza todavía la memoria del sutil aroma que desprendía la diminuta lata con un ancla dibujada y letras doradas que anunciaban: caviar gomero La Rajita. Desapareció este vestigio en Canarias aunque siguió sus andanzas en Portugal y norte de África, donde se trasladó la empresa por abaratar costes de producción.