Los rojiblancos realizaron tres y ninguno de ellos entre los tres palos del marco que ese día guardó Juan Carlos Unzué. El resultado final fue 0-1. O lo que es lo mismo: el Athletic ganó sin tirar a puerta. Así, como suena. Lo que sí hizo el grupo que dirigía Luis Fernández a la hora de encuentro fue avanzar por la banda izquierda por medio de Joseba Etxeberría, quien acababa de salir al campo supliendo a Jorge Pérez y que metió un centro al corazón del área, donde no había compañero alguno. Sí estaba Alexis Suárez, que puso el pie y batió a su compañero Unzué.
No fue ese el primer partido de la era moderna que el Tenerife perdió sin que el rival disparara a portería. Casi una década antes, todos los aficionados blanquiazules que aquella tarde llenaron el Heliodoro recuerdan como, en aquella recta final de la temporada 89-90, el Cádiz se impuso (0-1) en el Heliodoro sin tirar al marco y casi sin pasar de mediocampo. Le bastó un mal despeje de Manolo Hierro para condenar al Tenerife a la promoción de permanencia.
Años después, en el estreno del curso 06-07, ya en Segunda División, sucedió lo contrario: el Tenerife sobrevivió en su visita a un Almería que disparó 17 veces a portería gracias a las paradas de Bernardo y sin aproximarse al área rival, hasta que Mar Bertrán (86’) subió la banda derecha, metió un centro a nadie y De Palmas convirtió en propia puerta el gol del triunfo blanquiazul. En estos casos no hubo consecuencias mayores. En cambio, la derrota ante el Athletic hizo que, por primera vez, el Tenerife 98-99 cayera a la zona de descenso. Meses después bajaría a Segunda División.
Javi López y Unzué se lamentan por un gol recibido en el Heliodoro
Esa noche, ante el Athletic, el Tenerife formó con: Unzué; Dani, Antonio Mata, Alexis Suárez (Jonay Martín, 78’), André Luiz; Slovak, Jokanovic (Marcelino, 73’), Emerson, Robaina (Kodro, 67’); Domingos y Makaay. O lo que es lo mismo, Lillo dispondría hasta de siete extranjeros en un partido que fue un despropósito desde el inicio, pues se disputó un viernes para permitir a los vascos viajar pronto a Noruega y aclimatarse al frío, ya que el miércoles siguiente jugaban un partido de Champions ante el Rosenborg. Sin embargo, regresaron a Bilbao y no viajaron al frío hasta el lunes.
Adelantar el choque perjudicó la recuperación de algunos lesionados en las filas blanquiazules, como Pablo Paz y Alexis Suárez. Y obligó a Jokanovic a jugar dos días después de hacerlo con su selección en Belgrado. Al final, Paz no jugó, Jokanovic sí lo hizo pero no estuvo al nivel habitual y Alexis forzó su presencia ante la ausencia de centrales, actuó con una espectacular muslera, llegó tarde a un centro inocente… y el Athletic ganó en el Heliodoro sin tirar a portería.