
La fruta y todas las variedades, una fuente de salud para nuestra dieta básica | atlanticohoy.com
Alimentación saludable después de los excesos: propósitos que no quimeras
No nos queda más remedio que “volver al redil de la normalidad del que nos han sacado", tal y como afirma el nutricionista tinerfeño Alejandro Silvera.
Experto nutricionista de amplia experiencia, especialista polivalente en asuntos de alimentación, comunicador,… El tinerfeño Alejandro Silvera es, en definitiva, un divulgador diáfano de lo que deben ser y son las óptimas idóneas y fórmulas para estar bien físicamente a través de la ingesta diaria, que no es sinónimo de dejar de disfrutar de una gastronomía más “festiva”. Eso sí, “de vez en cuando”, hace hincapié nuestro guía de los buenos hábitos.

Alejandro Silvera | atlanticohoy.com
“La alimentación no tiene que estar reñida con la buena cocina, la buena mesa como entendemos en términos generales (incluido los de echarnos un banquete para disfrutar), pero bien es verdad que hay que insistir en aquellos hábitos alimentarios positivos como fórmula fundamental, para conseguir no solo vivir más, sino vivir mejor”.
Así de categórico se pronuncia el nutricionista tinerfeño Alejandro Silvera, especialista y divulgador de los indicadores básicos referidos a la alimentación, una vez que, culminadas las fiestas navideñas, se da por cerrada la larga etapa de comidas indiscriminadas y (supuestamente) iniciamos los propósitos en forma de dietas.
Silvera llama la atención en que “es verdad que en la época y sociedad en la que vivimos los excesos son una característica muy extendida y cotidiana. Sin embargo, no quita para que hagamos hincapié, cada uno de nosotros, en la conveniente prevención alimentaria para mantener la salud. No quita para que nos obsequiemos de vez en cuando con una comida más “elevada de tono”, aunque lo recomendable, a todas luces, es sostener un equilibrio a lo largo del tiempo”.
Potaje de berros | Francisco Belín
“Por supuesto que en Navidad todo ha sido excesos –apunta el experto- pero también seguir una serie de “diques” frente a los excesos desmedidos no deben ser cosa que podamos desdedeñar. En recientes fechas han saltado las alarmas, como siempre, y los especialistas y facultativos parece que esgrimen los ‘topicazos’ de siempre. Todos ellos son rigurosos y queda muy claro qué debemos hacer; claro que es muy fácil hablar (marcarnos los propósitos de dietas poco convincentes) y otra es llevar la voluntad a la práctica”.
No nos queda más remedio que “volver al redil de la normalidad del que nos han sacado, con todas estas alteraciones de brindis, comilones, reuniones de empresa,… que son eminentemente sociales y en las que persiste la costumbre de comer más de lo que debiéramos. Más cantidad de alimentos con un perfil digamos que ‘no el más adecuado’ e, incluso, en mayores cantidades”, comenta.
“Puede sonar a tópico, digo una vez más, pero lo que tenemos que hacer es volver paulatinamente a nuestra alimentación podríamos denominar ‘de base’; además, con una idea de sumar en lo que es una dieta sana, variada y equilibrada. Variada porque debe incluir todos los grupos de alimentos”.
Alejandro Silvera hace lucir ejemplos incuestionables: “hasta hace relativamente poco no faltaba en los hogares canarios un potajito. Tomemos apuntes de ello y cojamos afición a una crema, un puré, una sopa fría, dependiendo de la época del año; si consumimos uno o dos platos de verduras al día será la mejor base e interesante para una dieta equilibrada”.
Sivera es contundente al respecto. “Existen dos factores a tener en cuenta. El primero, el gastronómico. Los chefs, gastrónomos y los profesionales que se interesan por la forma de elaborar un plato pueden hacer que esa zanahoria o ese menú –ensaladas, menestras…- puedan resultar muy apetecible. Aquí cuenta la forma de elaboración, la elección de los ingredientes (saludables) o el aliño que convierta en un manjar algo a priori insulso”.
“Resultará más completo –agrega- si añadimos esa nuestra voluntad de haber integrado la verdura, la hortaliza, la fruta a nuestra dieta habitual. Es más, serán acicates para vencer las tentaciones. Nos es cuestión de prohibirnos para siempre o demonizar ciertas viandas, pero tampoco creer que podemos incluirlas todos los días de nuestra vida pues, en ese caso, si se va a convertir con toda seguridad en algo perjudicial”.
Silvera estima que los hábitos positivos se integran en el organismo y cuando uno se acostumbra nuestro cuerpo disfruta de ese ‘mensaje’ que lleva el puré, el potaje, la macedonia de fruta. Ese beneficio contrapuesto al banquetazo, rico en grasas y alcoholes. Si lo complementamos, además, con el ejercicio moderado, el cuerpo te seguirá pidiendo esto tan balsámico, ya que necesita regular el funcionamiento del intestino: buenas noticias que no tienen que ir reñidas con el sabor, que para gustos hay aderezos”.
Gofio | atlanticohoy.com
En este sentido, el experto nutricionista nos alienta con la faceta física. “El ejercicio físico, movernos, mantenernos activos, es una parte importante de esta vertiente de la salud. “Ingerimos alimentos pero hay que metabolizarlos correctamente; caminar, estar activos, algún deporte activa nuestro sistema cardiovascular, hace gastar nuestras reservas de grasa. Un beneficio también para la capacidad pulmonar, para normalizar nuestro peso y ayuda en todas nuestras facetas física y mentales de nuestra vida”.
Infusión de Hibiscus | Francisco Belín
Sin olvidar que el agua y luego infusiones o zumos de frutas son lo más recomendable para la hidratación, esas bebidas fermentadas, con precaución, pueden acompañarnos en una dieta saludable.
Otro tabú que resalta Silvera es el de si la fruta no se debe mezclar entre sí porque engordar. Para el nutricionista “esto carece de base científica y no es en absoluto real. Si es variada nos beneficiamos de ello; tampoco es cierto que perjudique lo de comerla en la cena. Claro que esta comida ha de ser frugal, lo más ligera posible pero en la que pueden estar incluidas las frutas sin ningún tipo de problema”.
Otro mito en el que Alejandro Silvera se pone serio es en el del gofio. “Se llegó a comentarios nefastos sobre este alimento vernáculo, por ejemplo que engordaba. Sin embargo, es una de las elaboraciones que aportan nutrientes interesantísimos a nuestra dieta, es nuestro, es de lo más barato y… ¡está riquísimo!”.
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