Finca Machinda, Lanzarote: en tus manos mucho más que una cesta de Navidad

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Percibir directamente el espíritu del terruño, tan especial y representativo de lo que realmente significa la perseverancia y el arraigo, va a propiciar de antemano al viajero-a la disposición y buen ánimo para detectar los ‘porqués’ del singular carácter, cultura y paisajes lanzaroteños que tanto transmiten como cautivan a propios y foráneos. Aquí, en Finca Machinda, esto queda patente: la esencia de las auténticas riquezas de estas parcelas, del jable, el rofe, el enarenado…El día discurre apacible en Tao, en el municipio de Teguise, y los indicios de que recién ha llovido se suceden como agasajos cromáticos para el visitante. Ella es alma mater de esta forma natural de generar algo más que riqueza económica y con la que, además, pretende contagiar con un ‘sistema de responsabilidad social’ entre los productores del sector primario y la juventud de la Isla de los Volcanes.Matilde Rodríguez (Matuli, como así todos-as la llaman cariñosamente) atiende diligencias en el ‘centro de operaciones’ junto a los jóvenes agrónomos David y Matías. Bien ordenadas se distribuyen las cajas de lustrosos tomates, pimientos, cebollas, papas, batatas, fresas,… ¡Insólito como el kale, incluso! Es el acopio selectivo en las diferentes parcelas (algo más de 10 hectáreas en diferentes emplazamientos) y expresamente destinado al reparto de esa misma mañana. ”¡Plástico cero, nada de cámaras de refrigeración!”, exclama Matuli.En un aparte resalta la cesta navideña ya dispuesta con sus artículos prolijamente colocados y lista para cerrar y embellecer con cinta azul más el sello identificativo de Machinda. Se prevé superar los trescientos encargos.Salimos y respiramos hondo desde esta atalaya para otear el entorno salpicado de ocres, verdes y blancos. La experta en gestión ambiental despliega un relato cargado de autenticidades en los criterios de actuación mientras apunta a los horizontes y enumera sabrosos topónimos. “Esta tarea de recuperación no resulta fácil pero tanto mi empeño como el de Alexis Betancor y José Martínez se regenera desde la voluntad de devolver lo que dieron por nosotros nuestros predecesores y con tanto esfuerzo frente a las adversidades climatológicas y la escasez de agua”.Es fácil ‘empaparse’ de estas convicciones a las que nos transporta Matuli y entonces caemos en la cuenta de que la mencionada ‘cesta’ transciende más allá de la Navidad o de un simple obsequio por las fechas. Ese ‘cofre’, como otros similares que en estas fechas parten desde diferentes proveedores lanzaroteños, comprime mucho más que artículos de consumo al uso o neutras referencias a puntos cardinales de la isla.Esfuerzo y convicción de personas, en mayúscula, junto al papel aglutinador y que facilita todos estos empeños colectivos –y otros muchos- por parte de Saborea Lanzarote, fundamental para que el engranaje y las sinergias no queden en simple intención o palabrería. La misión de unos y otros condensa, en definitiva, lo valioso del sector primario de Lanzarote y sus latentes sinergias con los usos gastronómicos tradicionales y contemporáneos; asimismo, se apuntalan los soportes de cómo satisfacer las demandas de un turista ávido de experiencias vacacionales relacionadas con el legado de nuestros predecesores: de cómo se recolecta un cultivo, cómo se gestiona el agua para riego,…Salsa de tomate y mermelada de calabaza con la materia prima espectacular de la propia Finca Machinda; una gustosa pieza de la Quesería Flor de Luz; agradable vino semiseco de La Mareta; mantecados de canela de La Molina de José María Gil; escamas de sal de Janubio y variado de bombonería de La Corona.“Tienes en tus manos una selección de productos elaborados en Lanzarote/ tienes en tus manos el fruto del trabajo de muchas personas que con dedicación y mucho esfuerzo tratan de innovar en el olvidado sector primario para así conseguir que perdure en el tiempo/tienes en tus manos un ejemplo de acción dirigida a la reactivación económica y a la creación de empleo para jóvenes en el entorno rural tienes en tus manos una apuesta decidida por la conservación ambiental de la isla de Lanzarote de sus recursos naturales de sus tradiciones y de los valores heredados de nuestros antepasados”. Así se puede leer en la tarjeta de cortesía a modo de credencial y declaración de intenciones.Iniciativa, como esta de la cesta navideña, y otras que siempre respalda Saborea Lanzarote, resulta vital para cohesionar proyectos que en Machinda cobrarán vida en un vivaz concepto de finca visitable. El hilo conductor se prevé ágilmente estructurado: desde la pendiente más pronunciada, la observación de la geología y estratos de suelos de la isla; junto a las parras, cata de vinos; modos de recolección y degustación del producto natural; la función del vermicompostaje y deleite ‘in situ’ con todo lo que suscita la arquitectura del agua y la gestión de este elemento esencial.Como se abre vida aquí el género del campo, en su más asombrosa variedad de verduras y hortalizas, es lo relevante. Se puede palpar con toda rotundidad; posteriormente ya podremos intuir todo lo que va a revertir de esta combinación de esfuerzo más territorio-producto local-gastronomía-sostenibilidad y novedosas alternativas al turismo.Francisco Belín, Tao, TeguiseEntrevista con Matilde Rodríguez en Con Cúrcuma Radio. Sigue el ENLACEOtros modelos en diversos reportajes#SaboreaLanzaroteFinca CostaVega, José Luis Reina, ENLACEQuesería El Faro, Fernando Núñez. ENLACELa Molina de María Gil, Alberto Puig. ENLACESaborea Lanzarote, Facebook ENLACE