Finca Delicias: un hogar entre plataneras

Como si el tiempo se detuviera y quien pasea por uno de los cultivos más importantes que da la tierra canaria, los visitantes de Finca Delicias casi se pueden trasladar a 1934

Guardar

Featured Image 27823
Featured Image 27823
Como si el tiempo se detuviera y quien se pasea por uno de los cultivos más importantes que da la tierra canaria, los visitantes de Finca Delicias, en Alcalá, en Guía de Isora, casi se pueden trasladar a 1934 cuando la familia Reyes se hizo con unos terrenos prácticamente vírgenes donde la lava era su único vestido. Hoy el verde de los más de 22.000 plantones ha dado color al espacio, mientras el amarillo de los plátanos regala pinceladas de luz, esa que solo lleva a pensar que este espacio ya brilla con luz propia.
Ciento cuarenta mil metros cuadrados de agricultura comprometida se visualizaron desde sus inicios. Los propietarios unían el norte y el sur de Tenerife transportando la mejor tierra para sus delicados cultivos. Cada una de las plantas se alimentaba con el agua de las galerías, aquellas que ellos mismos construyeron con el duro trabajo duro que precisa la perforación del terreno.
 
Guía de Isora
Las casas rurales de la Finca Delicias | Eduardo Gorostiza.
 
Hoy las plantaciones de plátanos, que producen más de 560.000 kg. al año, engalanan el lugar. Desde lejos se observa un tupido manto verde jaspeado con el color del oro de la fruta madura; al fondo, el mar, las piscinas naturales, los senderos, y el sol que se asoma por la mañana y se recoge al atardecer para dar paso a una luna que alumbra el océano.
 
La magia del entorno no podía reservarse solo para algunos privilegiados, quellos que tienen la fortuna de acercarse a los descendientes de alguien que supo que Alcalá podía dar más de lo que la gente imaginaba. Las sucesoras, tres mujeres: una madre y sus dos hijas, con generosidad y entrega, hicieron de las construcciones, cuando estas cumplían los noventa años, un espacio único para hospedarse. La rehabilitación fue exhaustiva y respetuosa, aprovechando las canteras de la propia finca.
 
Cinco edificaciones, con los nombres de las plataneras que se pueden ver al recorrer la Isla: Gran enana, Brier, Pequeña enana, Canaria y Johnson, pueden acoger hasta veintidós huéspedes. Cada una con una decoración exclusiva y cuidada, donde las piezas antiguas se coordinan con los diseños modernos. Algunas de las casas tienen terraza privada. Lo que se convierte en hogar para los turistas, locales o extranjeros, invita a disfrutar de la intimidad más exquisita. La zona común de hamacas y baño, con una característica construcción, es el punto de encuentro para acercarse al sol tanto cuando calienta de lleno como cuando se pone al atardecer.
 
Finca
Las casas rurales de la Finca Delicias | Eduardo Gorostiza.
 
Para conocer los orígenes de la finca solo basta con pasear por el museo etnográfico donde se expone la documentación original con el contenido histórico de la actividad agraria desarrollada en la misma, lo que se hace visible con fotografías, utillaje antiguo, documentos, etc. Y así como si el tiempo no hubiera pasado, Finca Delicias es un pedacito de la tradición del Tenerife de antes y de ahora.