Nuestras islas son un regalo bendito del cielo, y la muestra es este increíble artículo, gracias a Hansel, amante de la fotografía de aventura. Como él, aventurero donde los haya, hoy les mostramos estas instantáneas hechas desde la isla de Gran Canaria.
Es apasionante como nuestro sentimiento “canario” nos hace sentir parte de un todo, y es que no sólo las montañas, las playas, los montes, los senderos, o la gastronomía forma parte de nuestra cultura, también lo son nuestros cielos, dónde se pone el sol, sale la luna y las estrellas nos iluminan.
Desde hace algunos años, nuestra diversa oferta turística ofrece experiencias inigualables como contemplar nuestro propio universo. Debido a la calidad astronómica (la transparencias de nuestros cielos y el número de horas de observación útil el año) algunas de nuestras islas como Tenerife o La Palma son lugares muy especiales para este tipo de vivencia (así que espero no muy pronto poder mostrarles algo más).
Por hoy, el contenido visual es desde unos de los puntos más emblemáticos, en Pico de las Nieves, dónde nos permite observar tanto el Roque Nublo como la isla vecina de Tenerife y estas estrellas.
Siempre me he sentido afortunada por vivir donde vivo, gracias al excepcional clima que invade el Archipiélago, debido a su cercanía al Ecuador de la Tierra y lejos de las tormentas tropicales que se suelen dar, esto permite que a partir de los 2.400 metros sobre el nivel del mar, podamos tener una atmósfera limpia de turbulencias, y esto garantiza estas magníficas vistas. ¿No lo creen? Es vibrante pensar en estar ahí, oír el viento, sentir la naturaleza viva, silencio, más silencio… tú y el mundo. Seguro, como me ha pasado, una serenidad te comienza a llenar desde la punta de los pies y te recorre todo el cuerpo hasta llegar al corazón, donde se expande la felicidad en estado puro. Así por lo menos me siento yo cada vez que vivo estos momentos.
Y esto de alguna manera nos ha recompensado, pues ser referente a nivel internacional y tener un Instituto de Astrofísica (IAC), hace que nos posicionemos con un nuevo modelo de turismo: el científico y todos aquellos curiosos por este tema. Supongo que esto incentiva y sobretodo da cobertura de Canarias al mundo, que es lo que necesitamos muchas veces. Yo lo considero un recurso inmejorable de aprendizaje, didáctico para transmitir a la sociedad canaria todo un conjunto de conocimientos y valores relaciones con nuestra biodiversidad, nuestro paisaje.
