'Canarias tiene un color especial', el artículo ganador de Laura Hormiga

La estudiante de la Universidad Europea recibió el premio de la mano del consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega

Guardar

Featured Image 22427
Featured Image 22427

Laura Hormiga ha sido la ganadora del Concurso Artísculos monográficos sobre el REF organizado por AtlánticoHoy, cuyo galardón y reconocimiento fue entregado este martes en la jornada 'Incentivos Fiscales en el REF' por parte del consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega.

"A parte de que es un reconocimiento en sí, el hecho de estar aquí en este mundo, que suele estar copado por hombres, y de repente representar al tipo de mujeres profesionales que nos estamos formando y que vamos a llegar al mundo laboral irrumpiendo con fuerza, es un orgullo y una satisfacción personal", reconoció la protagonista tras recibir el reconocimiento de todos los asistentes al Salón de Actos de la sede central de Cajasiete.

Image

A continuación, el texto ganador del concurso:

Canarias tiene un color especial

Más que un destino turístico, más que el hogar de muchos, las Islas Canarias tienen un atractivo indiscutible para todas las empresas que se instalen en ellas, con incentivos que no solo potencian la compra de bienes sujetos a la actividad y la contratación de personal, sino que financian el propio desarrollo de las empresas, así como el despegue de la economía local, que se ve indudablemente beneficiada con la confianza depositada en el Archipiélago Canario por empresas internacionales que buscan un nexo común y un lugar de referencia entre los continentes americano, africano y europeo,; garantizado por la equidistante ubicación de las Islas.  

Canarias es una tierra joven. No por su origen volcánico, que se remonta a hace millones de años, ni por su particular cultura enraizada en sus habitantes, sino por los grandes tesoros que alberga todavía sin explotar.

Está claro que su carácter insular ha puesto trabas a su desarrollo económico, frente a otros territorios más cercanos a grandes potencias con un mayor abanico de posibilidades. Sin embargo, es precisamente su lejanía la que le confiere su carácter y esencia, su personalidad y sus rasgos, que, lejos de ser apartados, deben ser potenciados y ensalzados.

De esta forma, en el terreno económico, se ha tenido que asegurar la equiparación del Archipiélago a otras regiones de la Península, en las que está todo al alcance de la mano por un determinado precio, que en nuestro caso se vería ciertamente incrementado con los gastos de envío, los tiempos de transporte (desterrándose así la perspectiva de muchas empresas a centrar su base en las islas) más los impuestos correspondientes. Por ello, en materia fiscal, las Islas deben tener un trato especial, que no preferente;: simplemente se aboga por una situación al mismo nivel que otras comunidades con una “mejor” situación geográfica.

Y la geografía, que nos sitúa a mil setecientos kilómetros de la España continental, resulta que nos ha acercado a tres grandes continentes: entre la vieja Europa, la vasta América, y a un tiro de piedra de África. Esta situación estratégica, que a veces dejamos de lado, nos posiciona como un punto de encuentro, un descanso en el camino en las relaciones comerciales entre ellos.

Muchas empresas desconocen las virtudes de nuestras Islas, que van más allá del buen clima y la gastronomía, tan manidas como lema turístico. En Canarias, aparte de sol y papas arrugadas con mojo, tenemos un régimen económico y fiscal (el famoso REF, que ahora cuenta con una versión 2.0) que, tras mucho batallar, ha logrado sacar una gran ventaja competitiva de las Islas: las ha convertido en el terreno de juegos de empresas extranjeras que fabrican chocolate que hasta la fecha no sabíamos que estaba hecho aquí, en el plató de decenas de películas (cómo olvidar la Atenas improvisada en las calles de Santa Cruz de Tenerife), en el taller de empresas navieras… A medida que todas estas sociedades han empezado a confiar en las Iislas, más se interesan por los beneficios de situarse en esta zona tan particular, a modo de unas abejas pioneras que guían a la colmena.

Sin embargo, los canarios, desgraciadamente, no conocemos todas las virtudes de este régimen y, en muchos casos, por desconocimiento o indecisión, no lo sabemos explotar. Porque al final del día, el Nuevo Régimen Económico y Fiscal está pensado para nosotros, ya sea a través de los beneficios fiscales, o de la creación del trabajo que estas empresas de fuera generan.

Algo que sí distinguimos con claridad es el IGIC del IVA: todos hemos tenido el número 7 en la mente (tan fácil de recordar como las islas con las que cuenta el Archipiélago). No obstante, a partir del 1 de enero de 2019 con la Ley 7/2018, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias, pasamos a un 6,5% de tipo general, que, aunque más lioso de recordar, su mayor beneficio hace que nos quede grabado.

Asimismo, en este momento pasan a un tipo del 0% los panes, aceites de oliva y pasta alimenticia (la “comilona” italiana que teníamos planeada para el fin de semana nos saldrá más barata), así como la luz está oficialmente exenta, con lo que el toque íntimo de las velas lo podemos dejar para otro día.

Esta es de las cosas que más a mano tenemos. Sin embargo, la riqueza del Nuevo REF se encuentra en los detalles, en aquellas cosas que, por la propia redacción de la ley, se nos hacen confusas cuando estamos a cargo de un proyecto empresarial. Y para todos aquellos indecisos, Canarias puede llegar a ser un paraíso fiscal, con todas las medidas recogidas para atraer la inversión.

Por un lado, está la Reserva para Inversiones de Canarias, la RIC, que permite dejar “exento” del impuesto de sociedades hasta un 90% del beneficio no distribuido. Esto, en otras palabras, implica que de todos nuestros ingresos menos nuestros gastos (así como unos ajustes adicionales), solamente pagaríamos impuestos por un 10% de los mismos. Pongamos una empresa dedicada a la producción de tornillos, con un beneficio contable de 500.000€. En el caso más sencillo de todos, solamente tributaría por 64.517€. Esto es aplicándole el ajuste más recurrente de todos, y que mayor complejidad tiene: en la dotación de la RIC, se debe eliminar el importe del impuesto sobre sociedades a pagar. Pero, claro, ¿ese impuesto no está directamente relacionado con lo que se dote a la misma?... Por ello, tras muchas intentonas y quebraderos de cabeza, se ha llegado a la conclusión de que con una buena herramienta de Excel y paciencia se puede jugar hasta llegar a la cifra en la que la dotación sea la máxima, en relación con el impuesto a pagar en relación con el beneficio menos la misma.

A pesar del esfuerzo mental que supone, la realidad es que una empresa ha pasado de pagar 125.000€ de impuesto sobre sociedades a un tipo general del 25%, a pagar solo 16.129,25€. Parece magia, ¿ verdad?... Pues lo mejor de todo es que no solo se “ahorra” un dinero, sino que es completamente legal, y en el marco de la legislación europea.

Esta realidad, tan atractiva, se permite a cambio de que ese dinero por el que nos hemos ahorrado los impuestos sea invertido en un plazo de tres años en bienes en funcionamiento y sujetos a la actividad que realizamos, para mantenerlos en nuestro activo durante al menos unos cinco años. Algo que resulta justo: lo que te da la tierra, a ella vuelve. Por lo tanto, con este mecanismo no solo ganamos en liquidez y en crecimiento futuro, sino en tiempo: tenemos dos años para poder planear con cabeza la inversión a realizar, que puede pasar a ser desde un camión hasta una nave industrial. Quizás es la oportunidad que esperaba la fábrica de tornillos para hacerse con un nuevo almacén…

Por si fuera poco, y por si todavía hay algún indeciso, la compra de demás bienes (como camiones, ordenadores, etc.), siempre que sean nuevos y estén vinculados a la actividad, se puede beneficiar de la Deducción por Inversiones en Canarias, es decir, de una minoración de la cuota final a pagar del impuesto en un 25% del valor de lo adquirido. Volviendo a nuestro caso, supongamos que necesitamos un portátil para realizar la gestión del stock por valor de 1.000€; de esta forma, unos 250€ disminuirían la cuota de 16.129,25€ a pagar de impuesto sobre sociedades.

Alguno se podría preguntar: ¿me van a devolver todo ese dinero?... La respuesta es claramente no. Existe un límite del 50% sobre la cuota para aplicarse la deducción (al final, siempre habrá que pagar algo de impuestos, que si lo comparamos con lo que hubiera salido de nuestro bolsillo al principio, te dan ganas de reír). Sin embargo, ese dinero no se volatiliza sin más: en los siguientes años (siempre que se mantenga el bien al menos unos 5, como en el caso de la RIC) se podrán deducir los excesos sin aplicar, con lo que, a lo largo de los siguientes quince años, todavía te podrías beneficiar de la deducción por aquella compra de la que ni te acuerdas ya.

Y la gran estrella del Régimen Económico y Fiscal de Canarias: la Zona Especial Canaria; una especie de parque de atracciones para las empresas de cualquier tipo, menos los comercios, las constructoras, de servicios financieros y la hostelería. De resto, todas las compañías (como nuestra hipotética recién creada fábrica de tornillos) es bienvenida a integrarse en la ZEC, siempre que invierta en los dos primeros años unos 100.000€ si es en Tenerife o Gran Canaria (50.000€ en las demás islas) en bienes fijos y contrate al menos a 5 o a 3 empleados respectivamente. Con el nuevo REF, la situación es más fácil ya que no se exige la inversión mínima, siempre que se mantenga en plantilla un número de trabajadores superior al mínimo, lo que facilita mucho las cosas. Como contrapartida, pasamos de un tipo fijo del 25% a pagar en el impuesto sobre sociedades, a un irrisorio 4%, una peccata minuta. Por lo tanto, la fábrica de tornillos ya no pagaría 16.129,25€ tras la aplicación de la RIC, sino 2.580,67 €. Y si tenemos en cuenta la compra de la nave, pues pagaría 1.290,34€. ¿En serio pasamos de pagar 125.000 euros en el impuesto sobre sociedades a 1.300€?... Sí, y solo ocurre en Canarias, aquí mismito; y es cien por cien legal, con el respaldo de encontrarnos dentro de la Unión Europea.

Este es el principal motivo por el que, entre otras, vienen grandes productoras a cargo de grandes películas como Star Wars a rodar en Canarias (las cuales pueden deducir hasta 5,4 millones de euros por los gastos asumidos en el área en cuanto a producción). De tal forma, no es solo el sol, la playita y los paisajes; el verdadero paraíso está en el terreno fiscal. Todas las medidas a las que se ha acogido la fábrica de tornillos son compatibles entre sí; es un “suma y sigue” en el que todos salimos ganando. Porque, vamos a ser serios, no solo se trata de que las empresas hagan su negocio, sino los puestos de trabajo que generan, las empresas auxiliares que se sitúan en torno a ellas, la valiosísima publicidad que se genera al situarse en las Islas y el mayor número de turistas que viene a comprobar “ese paisaje tan espectacular” que apareció en aquella película. Toda la economía de la Comunidad Autónoma de Canarias se ve potenciada, y todos los canarios somos beneficiarios de estas medidas, tan desconocidas para nosotros.

¡Ah!, por cierto, y para todas aquellas empresas, como nuestra fábrica de tornillos, o cualquier otra sociedad que quiera producir algo aquí en Canarias, existe una bonificación por producción de bienes corporales, lo que le minora la cuota del impuesto de sociedades a pagar en un 50%. ¿Puede haber algo malo en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias?...

En cuanto a su ámbito de aplicación, no solo las sociedades clásicas (como sociedades anónimas y limitadas) entran en el bombo; también las personas físicas como los autónomos pueden disfrutar de las particularidades de Canarias, solo que la Reserva para Inversiones de Canarias tendrá un máximo del 80% de sus rendimientos en el área en vez del 90% del beneficio contable, así como la zona ZEC cierra sus puertas para acotarla exclusivamente a sociedades mercantiles (todos tenemos un lado oscuro). De resto, siguen en pie la Deducción por Inversiones en Canarias, así como la bonificación por producción de bienes corporales, así como la compatibilidad entre todas las ventajas posibles del REF.

En definitiva, este es la razón por la que nuestras Islas prometen mucho. Cada vez más, con la llegada de empresas internacionales de gran especialización, los jóvenes tienen un mayor abanico de oportunidades laborales, al demandarse mano de obra cualificada y especializada, dispuesta a dar lo máximo de sí. Y motivación no nos falta. Hemos superado la crisis, de la que ya no queremos ni acordarnos, y tenemos mucha ilusión y esperanza en el futuro. Sin la consideración de Canarias como una región especial dentro del panorama nacional y europeo, hubiera sido muy complicado llamar la atención de todas estas empresas que desean contar con nosotros, y ganar es la competitividad que otras muchas regiones tienen asignada de forma histórica.

Otro aspecto muy importante y que cada vez cobra mayor sentido en las Islas es el respeto al medioambiente. Al fin y al cabo, porque tenemos unos recursos más limitados incluso que en otros lugares, así como por la belleza de nuestro paisaje, se debe hacer hincapié en la conservación del mismo. En el nuevo Régimen Económico y Fiscal, además de la promesa de establecer un plan de ahorro y de “limpieza” de las energías empleadas, se valora el autoconsumo, algo que pueden hacer no solo los particulares sino también las propias empresas. Además, el reciclaje y la gestión de residuos cobran protagonismo, en tanto que se valoran como un asunto de suma importancia. Sin embargo, se debe ir un paso más allá y establecer bonificaciones y ayudas a todas aquellas empresas con una fuerte consideración del medioambiente.

En el terreno del día a día, los canarios pasamos a disfrutar de unas bonificaciones en el transporte marítimo y aéreo que palian el sobrecoste de viajar desde las Islas hasta la Península. De esta forma, un 75% del coste del billete pasa a estar bonificado, con lo que se ha abierto las puertas a viajar a muchas más personas, que podrán hacerlo y ver mundo para volver a las Islas con un mayor sentimiento incluso de arraigo y, de que, como en casa, en ningún sitio.

En definitiva, el nuevo Régimen Económico y Fiscal de Canarias genera una simbiosis entre los entes públicos, las empresas y los particulares, creándose el escenario perfecto para la dinamización y potenciación de la economía canaria, situándola a la altura de muchas otras regiones competitivas. En ningún caso vamos a poder mover las Islas del lugar en el Atlántico que ocupan (ni tampoco queremos), pero estas medidas la acercan más a la España peninsular, haciéndonos sentir un poquito más cerca, así como de las grandes empresas internacionales que toman el Archipiélago como punto de referencia para su actividad. Por tanto, resulta necesario seguir batallando por la actualización y mejora de las leyes aplicativas en Canarias, como ha sucedido con el Nuevo REF, que promuevan y potencien la singularidad de las Islas, tanto de forma interna como de cara al exterior, lejos de perder una competitividad que tan poco cuesta fomentar.

Autora: Laura Hormiga Pérez