España, uno de los países con mayor proporción de casos de Alzheimer

AtlanticoHoy / EFE

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gente mayor viejos
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España es uno de los países del mundo con mayor proporción de enfermos de Alzheimer entre personas de más de 60 años, con un total de 800.000 casos, y se espera que la prevalencia de esta enfermedad se doble en las próximos dos décadas como consecuencia del envejecimiento de la población.Así lo destaca la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, una enfermedad neurológica que constituye la primera causa de discapacidad y que, en todo el mundo, afecta a más de 40 millones de personas.Se trata del tipo de demencia neurodegenerativa más común, aunque se estima que el 80 % de los casos que aún son leves están sin diagnosticar. La edad es el principal factor de riesgo y, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres, actualmente su prevalencia es tres veces mayor que en los hombres.  

Casos de Alzheimer en mayores

Según la SEN, España es uno de los países del mundo con mayor proporción de casos de Alzheimer entre las personas de más de 60 años: un 5 % de las personas de 65 años padecen la enfermedad y en mayores de 90 años el porcentaje aumenta hasta el 40 %.Aunque la edad constituye el primer y más importante marcador de riesgo para desarrollar Alzheimer, también influyen otros como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo o la diabetes.El haber sufrido traumatismos craneoencefálicos, también aumenta el riesgo de desarrollar demencia.La Fundación Pasqual Maragall conmemora este día con el lema #undíaparaolvidar, para reivindicar la importancia de invertir en investigación para encontrar una cura para esta enfermedad y remarcar la necesidad de potenciar la divulgación para cambiar su percepción social.La pandemia de COVID-19 afecta de manera especial a estos pacientes, la mayoría de edad avanzada, con patologías previas y muchos de ellos en residencias, que han sufrido las peores consecuencias del confinamiento, al verse aislados de su entorno y apartados de sus rutinas, lo que ha contribuido a un deterioro de su enfermedad.