Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Por ello, porque es una de las referencias en su segmento y porque son ya más de 16 millones de unidades comercializadas en todo el mundo, el Polo de Volkswagen administra con cuidado e inteligencia la evolución que experimenta cada una de sus generaciones. La sexta llega ahora a Canarias con la incorporación de los últimos asistentes a la conducción, la eficiencia y el espacio por bandera.
Cuenta con hasta seis versiones de equipamiento, nuevos asistentes y motores entre 75 y 200 CV de potencia
Al levantarse sobre la plataforma MQB A0, la misma del nuevo Ibiza, las proporciones del Polo cambian obligatoriamente. Su longitud (+81 mm), anchura (+69 mm) y distancia entre ejes (+94 mm) crecen, mientras su altura queda casi igual. Esto alarga su silueta, un hecho que explota la línea de techo que se prolonga hacia atrás hasta convertirse en un alerón. Los laterales se caracterizan ahora por una línea doble en forma de flecha que Volkswagen llama “línea tornado” y parte del pilar C y llega hasta los pasos de rueda.
En su rostro, el capó se hace más vigoroso con soluciones de estilo como las líneas en forma de V que confluyen en la parrilla. Muy característico del nuevo Polo es el perfil transversal superior de ésta en color de la carrocería, con lo que parece que el capó se prolongue hacia abajo. La zaga, como todo el exterior, es más precisa y algo más masculina al integrar en el paragolpes un nuevo difusor.
El rediseño también incluye nuevos colores para la carrocería (catorce en total) y doce llantas de entre 14 y 18 pulgadas. La personalización es otra conquista del nuevo Polo con opciones para salpicadero y hasta once asientos distintos. Para hilar aún más fino, hay hasta seis versiones de equipamiento: Comfortline, Edition y Connect, además de R-Line, Polo Beats y el insustituible Polo GTI.