José J. Rivero

Opinión

Saboreando la vida

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Una de las actividades que me encanta hacer en verano es pasear por nuestras playas, me encanta conversar acerca de los pormenores de nuestra vida, una luz tenue y color naranja se colaba entre mis manos. Noté como sin darme cuenta la tarde había llegado a su fin y no había percibido el atardecer sobre el mar. Alcé la vista y descubrí un cuadro maravilloso ante mí, lleno de tonalidades sobre el mar. En ese momento pensé cómo podíamos vivir tan ajenos a nuestro mundo, centrados constantemente en nuestros problemas, es decir, en ese Matrix que nos creamos en nuestra mente. Hace unas semanas te comentaba en esta misma columna, que uno de los elementos generadores de felicidad y bienestar está relacionado con vivir el hoy, ahora.

Es decir, saboreando el presente, sintiendo nuestro mundo alrededor. Hoy te quiero hablar del “savoring”, una forma de enfocar tu vida, de centrar tu atención, de poner el énfasis en lo importante. Mi intención no es que olvides tus problemas, sino que seas capaz de ver la realidad con otras gafas, más reales, valorando lo importante y centrando tu vida en aquellos aspectos que te potencien como persona. 

Como te comentaba, el “savoring”, es decir, saborear nuestra vida, nos ayuda a hacer frente a las cosas negativas de la vida, e implica el aumentar el impacto de las cosas buenas que suceden en nuestra vida. Lo que te va a suponer vivir tu vida de manera comprometida y consciente de tus sentimientos centrándote en lo positivo que te está sucediendo en este mismo momento, ahora, o en esta situación vital, y que van conseguir que aumente tu felicidad a corto y largo plazo. Para ello debes de empezar compartiendo tus buenos sentimientos con los demás. 

En muchas ocasiones de nuestra vida deberíamos, como ejercicio, tomar una fotografía mental de los momentos positivos que estás viviendo y guardarlos en tu mente, felicítate por tener la oportunidad de vivirlos, son únicos, y agradece a tus personas cercanas el que te hayan permitido experimentarlos. Es bueno que expreses tus emociones positivas, por ello ríete, externaliza tu alegría, parece que estuviera prohibido o diera vergüenza. Céntrate en las cosas que realizas en cada momento, fluye con las tareas y actividades que realizas en el presente, no valores negativamente el futuro, ni estés pensando en cosas que fallaste en el pasado. 

Y por último contrarresta tus pensamientos negativos, esa lavadora mental que da vueltas y vueltas a la misma idea, practicando un optimismo inteligente. Comienza a saborear tu vida es el mejor plato de la carta.