El Tenerife no admite remontadas

Al equipo blanquiazul no le han volteado un marcador en sus 120 últimos partidos ligueros

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Ocurrió el 30 de agosto de 2015, en el estreno liguero de aquel curso en el Heliodoro. El equipo local, dirigido por Raúl Agné, recibía al recién ascendido Gimnàstic y abrió el marcador con un gol de Lozano (49') tras el descanso. Sin embargo, el cuadro catalán, con tantos de Pablo Marí y Jean Luc, se llevó la victoria (1-2). Desde ese día, el Tenerife ha disputado 120 partidos ligueros –incluyendo los 'playoffs'– y no le han vuelto a remontar un encuentro.

El Tenerife ha firmado dos remontadas con Etxeberria y ganó cinco de los seis partidos en los que abrió el marcador
El tópico indica que el gol se cotiza caro en Segunda División, que los resultados son cortos y que “el que marca primero, gana”, por lo que una primera impresión general podría invitar a pensar que las remontadas son escasas en LaLiga 1|2|3. No es cierto: el Tenerife ha sido capaz de voltear el marcador en siete ocasiones –y dos más en Copa del Rey, con rivales de su categoría– en este período, lo que añade mérito al hecho de no haber sufrido un vuelco similar.


De hecho, en los 120 partidos ligueros analizados, el Tenerife abrió el marcador en 55 ocasiones, con un balance final de 38 victorias y 17 empates para los blanquiazules. Por contra, el adversario fue el encargado de romper el 0-0 inicial un total de 50 veces y, ya se ha dicho, siete de esos encuentros acabaron con triunfo blanquiazul, mientras que se registraron doce empates y el equipo insular sumó 31 derrotas. En los otros quince encuentros no hubo goles.

O lo que es lo mismo: en los 55 choques en los que el Tenerife abrió el partido, los rivales sumaron 17 puntos (0,31 por encuentro). Por contra, en las 50 citas en las que el adversario hizo el primer tanto, el equipo blanquiazul totalizó 33 puntos (0,67 por encuentro). Una diferencia muy notable que refleja el oficio del Tenerife, un equipo que sabe manejar el resultado, al que es (casi) imposible remontarle y que no se rinde si se ve por detrás.

En esos 55 partidos en los que el Tenerife anotó el primer gol, sólo dos veces –ambas en el curso 15-16– rozó la derrota: en Almería, los andaluces voltearon el gol inicial de Nano (21') y el grupo que aún dirigía Agné empató (2-2) en el último minuto con un disparo de Aurtenetxe; y en la visita al Alavés, ya con Martí como técnico, su equipo empató (2-2) después de que los locales remontaran el tanto inicial de Nano (13'), que selló la igualada a cuatro minutos del final.

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Además, un análisis del presente curso acentúa la tendencia: catorce veces inauguró el marcador el Tenerife y ganó once de esos partidos, empatando tan solo tres. Por contra, el rival fue el encargado de romper el 0-0 hasta en 18 ocasiones y la escuadra blanquiazul fue capaz de puntuar en ocho de esas citas: tres victorias y cinco empates. Además, dos de las remontadas, ante Lugo y Nástic, llegaron ya con Joseba Etxeberria en el banquillo.

Por contra, con el técnico vasco en el banquillo, el Tenerife se puso por delante en seis ocasiones y se llevó cinco de esos duelos. Sólo el Alcorcón (1-1) fue capaz de arañarle un punto a un equipo que lleva más de dos años sin admitir una remontada. Y que invita a soñar.