El nuevo 9 de España

Luis Padilla sigue a lo suyo, que es contarnos día a día la historia del CD Tenerife. Este sábado se detiene en la figura de Juan Antonio Pizzi.

Guardar

Featured Image 6411
Featured Image 6411

Durante la llamada 'era Clemente', en la década de los noventa, la selección española jugó muchos partidos sin delanteros. Y no por exceso de centrocampistas talentosos, como puede ocurrir ahora. En su día, el técnico vasco, no sin polémica, prescindió de Manolo y Butragueño. Y apostó por su famoso 1-3-3-3-1 en el que Zubizarreta fue el inamovible portero durante seis años y en el que las dos primeras líneas estaban ocupadas por seis defensas: tres centrales puros en la línea más atrasada (a elegir entre Alkorta, Giner, Abelardo, Voro o Camarasa, entre otros) y un poco más adelante otra línea con dos laterales (Ferrer y Sergi, generalmente) y otro central disfrazado de mediocentro (Nadal o Hierro).

Una aclaración: en ese dibujo, el único punta no era necesariamente delantero, pues además del habitual Julio Salinas, que sí era un 'nueve' pero apenas jugaba algunos minutos en el FC Barcelona, por ahí pasaron Kiko Narváez o Luis Enrique, que no eran delanteros puros. En todo caso, los resultados no eran malos. Y así, con siete defensas y sin delanteros, España goleó (3-0) a Suiza en los octavos de final del Mundial de Estados Unidos 94: Zubizarreta; Alkorta, Camarasa, Abelardo; Ferrer, Nadal, Sergi; Goicoechea, Hierro, Bakero; y Luis Enrique. En la segunda mitad salió Otero por Fernando Hierro para 'amarrar' el partido. Julen Guerrero, Caminero, Guardiola, Juanele, Felipe o Julio Salinas se quedaron en el banquillo.

Meses después, aunque España ganaba muchos más partidfos de los que perdía, los aficionados de 'la Roja', los que aún quedaban, suspiraban por la nacionalización de Juan Pizzi. Para entonces, el delantero argentino ya había regresado al Tenerife tras un discreto año en el Valencia. Y aunque los blanquiazules llevaban una trayectoria irregular con Vicente Cantatore en el banquillo, su 'nueve' había marcado tres goles en ocho jornadas, una cifra notable en la época. Y el 28 de octubre de 1994 recibió su nuevo pasaporte, juró la Constitución y obtuvo el permiso de la Federación Española para dejar de ocupar plaza de extranjero. Al día siguiente 'debutó' como español ante el líder, el Deportivo de la Coruña, en el Heliodoro.

Image

Pizzi con la camiseta de España.

No fue un partido más. Aquella noche Pizzi jugó como español ante la atenta mirada de Andoni Goikoetxea, ayudante de Javier Clemente en la selección española; y lo hizo también contra su principal rival en la selección, Julio Salinas, que acababa de fichar por el cuadro gallego. El partido acabó en tablas (1-1), pero el duelo de 'nueves' lo ganó Pizzi, que marcó el tanto local. “La posibilidad de citarlo en una convocatoria del equipo nacional es una gran noticia para todos. En la liga española hay pocos delanteros y Pizzi es una alternativa”, dijo Clemente. Un mes después, camino de la Eurocopa de Inglaterra, debutó como internacional con victoria (2-0) ante Finlandia, cuando España ya sólo jugaba con seis defensas y un 1-4-2-3-1.

Zubizarreta; Ferrer, Alkorta, Voro, Belsué; Nadal, Hierro; Aldana, Amor, Amavisca; y Pizzi formaron el once de Clemente aquella noche en La Rosaleda. Pizzi no marcó en su debut, pero en su segundo partido como internacional, ante Uruguay, ya obtuvo su primer gol con la Roja. Y aunque Raúl González apareció poco después, Juan Pizzi se mantuvo durante cuatro años como el nueve de España. Jugó 22 partidos y logró ocho goles.