El agua del mar está compuesta de gran cantidad de sales minerales que se hallan en disolución, entre las que destacan, principalmente, el yodo, el cloro, el zinc, el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio. Asimismo, posee una gran cantidad de oligoelementos, vitaminas y un sinfín de microorganismos.
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Por consiguiente, la rica composición del mar, así como su gran cantidad de iones negativos, proporciona innumerables beneficios para la salud, entre los que destacan los que se mencionan a continuación:
- Favorece a nuestras defensas y, por consiguiente, al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
- Previene enfermedades respiratorias como la bronquitis y favorece otras afecciones como el asma.
- Su alto contenido en magnesio tiene una función analgésica y sedante, por lo que favorece la regulación natural del sistema nervioso y atenúa los problemas de estrés, ansiedad, insomnio, depresiones, etc.
- Gracias a su contenido en yodo, regula la glándula tiroides.
- Contiene propiedades curativas para prevenir las afecciones cutáneas.
- Fortalece los músculos y las articulaciones, por lo que es recomendable para personas con artritis. Mejora, asimismo, los problemas de espalda.
- Favorece la buena circulación, por lo que es especialmente recomendable en casos de celulitis y varices.
- Es realmente beneficioso a la hora de tratar los problemas de piel, tales como el acné, la dermatitis atópica, los eccemas, etc. Favorece, asimismo, los procesos de cicatrización.
- Tiene un efecto adelgazante y depurativo, pues ayuda al organismo a eliminar toxinas.
- Finalmente, cabe destacar que el agua del mar tiene, a su vez, una función revitalizante y estimulante que ayuda contra el cansancio, la fatiga física o intelectual y aumenta los niveles de energía naturales del organismo.
En definitiva, el agua del mar solo aporta beneficios a nuestro organismo, pues el mantener el contacto con la naturaleza, nos ayuda a alcanzar un estado óptimo de salud. Y, por suerte, nos encontramos en la estación del año que más se presta para disfrutar de los baños marinos.