Las rachas de viento dificultan el control del incendio

El segundo incendio declarado en las últimas horas en Gran Canaria, el que ha afectado a Cazadores, en el municipio de Telde, se da por estabilizado

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El incendio forestal que afecta a la cumbre de la isla de Gran Canaria desde el sábado ha quemado más de 1.500 hectáreas y las labores de extinción han continuado en una jornada con fuerte viento que ha dificultado su control.  El fuego ha tenido durante la noche pequeñas reactivaciones que han sido sofocadas. 

Por otro lado, también  se ha estabilizado el segundo incendio declarado en la Isla, el de Cazadores. Esta situación permitirá la vuelta a sus hogares de los vecinos que han sido desalojados durante la noche, los residentes en el barranco de Guayadeque y otros habitantes de otras casas aisladas situadas en las proximidades de Cazadores. Durante la mañana se remojará la zona para ir hacia su control definitivo y posterior liquidación, han agregado las fuentes de la institución insular.






En lo que respecta al incendio principal, el fuego sigue dentro de un perímetro de 23 kilómetros y no han tenido que realizarse más evacuaciones. 

Florencio López, jefe de servicio de la Dirección General de Seguridad del Gobierno canario, ha dicho a los periodistas que se ha podido llegar por tierra y por aire a puntos que hasta ahora eran inaccesibles y ha subrayado que la situación "es muy buena" aunque las condiciones del viento se mantienen igual con la previsión de fuertes rachas, por lo que las posibilidades de reactivación "son muy altas".

El técnico ha dicho que no se dirá que se ha estabilizado o controlado hasta que cambien las condiciones del viento.

Puntos conflictivos
En la cabeza el fuego se mantiene activo pero no evoluciona de manera agresiva, por lo que se le ataca con los trece medios aéreos que están operando en la zona y todos los operativos terrestres desplegados en las distintas áreas para lograr su control.

En el resto de las zonas afectadas por el incendio se mantiene personal de vigilancia para evitar reactivaciones de focos que pudieran complicar la situación, ya que los vientos son intensos con rachas de unos 70 kilómetros por hora.






El responsable técnico de emergencias del Cabildo grancanario, Federico Grillo, ha precisado que los trabajos de extinción se centran en el perímetro del fuego y se ha abandonado el interior, a no ser que se reaviven las zonas húmedas en las que se ha actuado en las últimas horas.

Grillo ha asegurado que "el potencial sigue siendo alto por el fuerte viento y la insolación de los distintos sectores en los que se actúa, donde los reinicios mantienen en jaque a los operarios" de los distintos servicios que trabajan en el lugar, que son unos 600.

El presidente canario ha anunciado que las previsiones meteorológicas para los próximos días anuncian una ola de calor en el archipiélago, lo que dificultaría las labores de extinción definitiva de este incendio y complicaría la situación en el resto de las islas.

Algunos de los 125 vecinos de los municipios de Tejera y Artenara que tuvieron que ser desalojados la madrugada pasada por el riesgo que corrían de resultar afectados por el fuego echan en falta una mayor limpieza del monte de la isla, según han dicho.






Respecto a la vuelta a casa de los ciudadanos desalojados, el presidente de Canarias ha asegurado que "se hará cuando se den las condiciones necesarias de seguridad para que eso se produzca" y, "si las cosas caminan dentro de lo previsto", podrían volver este martes. Las personas del barrio de Juncalillo, en el municipio de Gáldar, que fueron desalojados el sábado, han podido regresar ya a sus casas.

En una visita a las personas que se encuentran en el albergue de San Mateo, Torres ha afirmado que este incendio es "impredecible" y, aunque su cola está controlada, que es la zona en la que viven los vecinos de Tejeda, "hay una cabeza (de fuego) hacia a La Aldea (...), y ahí en estos momentos están actuando los efectivos aéreos". "Lo que tenemos que hacer en estos momentos es centrarnos en el gran objetivo: extinguir el incendio y que no haya daños personales", ha subrayado.





"¿Los protocolos? Indudablemente tendremos tiempo de analizar las circunstancias y todo lo acontecido, pero Gran Canaria tiene en estos momentos una situación de extrema sequedad y viene una ola de calor que va a afectar a toda Canarias y, por tanto, los riesgos de incendio son altos", ha comentado.


El fuego ha obligado a cerrar tres carreteras de Gran Canaria, las del cruce de Ayacata, el de Acusa y la que discurre entre los Pinos de Gáldar y la Cruz de Tejeda.