El hito de Morera

Luis Padilla nos recuerda este sábado la trayectoria de Morera en el CD Tenerife y su presencia en el primer once liguero del Real Madrid.

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Rafael Morera López (1903-1981) defendió la camiseta del Tenerife durante más de una década... aunque no fue un producto de la cantera blanquiazul. Antes lució los colores blanquinegros del Iberia, equipo del barrio del Toscal al que llevó al Campeonato Regional de 1928 tras imponerse en la final (3-1) al Real Victoria grancanario. Y durante tres años fue uno de los pilares del Real Madrid, un conjunto que ha disputado casi 2.800 partidos en el Campeonato Nacional de Liga de Primera División.

En el primero de ellos, celebrado el 10 de febrero de 1929 ante el Europa de Barcelona, estuvo Morera. Y tuvo el honor de marcar un tanto en la goleada (5-0) del conjunto blanco. Le acompañaba Paco López, un extremo superlativo con el que coincidió en el Iberia y que sólo tenía un defecto: no le gustaba el fútbol.

Ausente Gaspar Rubio, entonces la principal figura del equipo blanco, Morera actuó en el estreno liguero del Real Madrid como interior izquierdo y aprovechó un servicio de Lazcano para batir a Altés. Y una semana después se consolidaba en esa posición en una delantera histórica –Lazcano, Triana, Gaspar Rubio, Morera y López– que ganaba 1-2 en Les Corts al Barcelona ¡con dos goles de Morera!

Lesionado de gravedad, sólo pudo disputar ocho partidos en el campeonato, en el que marcó cinco goles. Capaz de jugar en cualquier posición, por lo que fue conocido como 'el ungüento amarillo', estuvo tres temporadas en el Real Madrid y fue víctima de la azarosa gira de cuatro meses que su nuevo equipo, el Racing de Madrid, desarrolló en 1931 por América... y que provocaría su posterior desaparición.

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Imagen de Morera y López

En abril de 1932 se incorporó al Tenerife para disputar la eliminatoria de Copa de España ante el Betis. Firmó por dos partidos y se quedó más de diez años, con la guerra civil española por medio. En ese tiempo ofreció un rendimiento sobresaliente como todocampista, como delantero centro y como defensa, posición que ocupó en sus últimos años de jugador en activo, cuando compaginaba las labores de entrenador y jugador. Además, Morera forma parte del equipo que, en abril de 1934, logró la primera victoria oficial en un torneo de carácter nacional, ante el Hércules de Alicante en la Copa de España. Y también estuvo, ya tras la guerra civil, en el once blanquiazul que ganó al Sevilla de 'la delantera stuka' en esa misma competición, ya bautizada como Copa del Generalísimo.

Durante dos décadas al más alto nivel, Morera compartió terreno de juego con dos generaciones distintas de futbolistas. Y con cuarenta años cumplidos, unas espaldas de luchador y muy poco pelo en la cabeza, aún ofreció lecciones de fútbol en aquel Tenerife que dominó el fútbol canario y ganó tres ligas inter-regionales de forma consecutiva a principio de los años cuarenta. Y, para siempre, forma parte de la historia de la liga española y del equipo más laureado de esa competición. Estuvo en su primer once liguero: Vidal; Quesada, Urquizu; Prats, Esparza, Peña; Lazcano, Del Campo, Lope Peña, Morera y López.