El azúcar, el "dulce veneno"

Su elevado consumo se asocia a multitud de problemas de salud, tales como obesidad, factores de riesgo cardiovascular, diabetes y síndrome metabólico, entre otros.

AtlanticoHoy / EFE

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El azúcar se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza de los organismos de salud pública, tanto a nivel nacional, como a nivel internacional. Su elevado consumo se asocia a multitud de problemas de salud, tales como obesidad, factores de riesgo cardiovascular, diabetessíndrome metabólico, entre otros.

Por consiguiente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el consumo de azúcar libre o añadido no debe sobrepasar el 10 % de la ingesta energética diaria, lo que en una dieta estándar de 2.000 kcal, representaría unos 25 gramos. Asimismo, la OMS hace especial énfasis en la importancia del control del consumo de azúcar desde la infancia, con el fin de prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y asociadas.  

Azúcar
El azúcar, un peligro para la salud | PIXABAY

Ante este contexto de concienciación global, la compañía aseguradora alemana DKV, junto con la colaboración del nutricionista Carlos Ríos, abanderado de la llamada “Realfooding" (comida real) y el doctor Jesús Vioque, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Míguel Hernández, lanzan el manifiesto "Por un consumo responsable del azúcar".

En él se dan unas pautas sencillas para seguir una alimentación saludable, basadas en la cultura mediterránea tradicional y en las costumbres de generaciones anteriores, lo que incluye una limitación considerable del consumo de este “dulce veneno”. 

En el pasado, se optaba por el consumo de alimentos naturales y de temporada, según las diferentes estaciones y los alimentos procesados y con alto contenido en azúcares constituían una excepción en su alimentación diaria, por lo que gozaban de una buena salud.

Por todo lo expuesto, los expertos inciden en la necesidad de recuperar los buenos hábitos alimenticios de nuestros antepasados, así como en la importancia de llevar una alimentación mediterránea tradicional basada en frutas, verduras, cereales integrales, pescado, legumbres, frutos secos o aceite de oliva, altamente beneficiosos para nuestra salud.