El arbitraje, vía adecuada de solución de conflictos en la empresa

Cada vez más, las empresas, para resolver sus controversias, incluyen cláusulas arbitrales en los contratos que firman con otras compañías

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EL ARBITRAJE, VIA DE SOLUCION DE CONFLICTOS EN LA EMPRESA

Cada vez más, las empresas, para resolver sus controversias, incluyen cláusulas arbitrales en los contratos que firman con otras compañías. Los motivos por los que esto es así, las causas por las que se incluyen más cláusulas arbitrales en los  contratos y por tanto, inicialmente, crece el arbitraje como vía de solución de conflictos,  son las siguientes:  

-Es una forma de resolver controversias, normalmente, más rápida, que acudir los tribunales de justicia (la Ley de Arbitraje prevé que en un plazo máximo de 6 meses ha de resolverse la cuestión sometida a arbitraje);

-Confidencialidad: el procedimiento y el laudo, habitualmente, permanecen reservados entre las partes, no se hacen públicos;

-La especialización: los árbitros son profesionales especialistas, hábiles conocedores de la cuestión a resolver, de reconocido prestigio, en este contexto, ambas partes obtienen beneficios de su decisión de acudir a esta vía de solución de conflictos;
  • Igualdad de oportunidades a las partes para que inicien el procedimiento;  
  • Cumplimiento obligatorio, el laudo equivale a una sentencia firme; 
  • El Procedimiento es rápido, simple y económico.
  • Garantía: El laudo tiene la misma validez que una sentencia judicial
Las soluciones relacionadas con el arbitraje  y también con la mediación, además de consolidar el buen gobierno en la empresa, pueden ser una de las recetas que ayude al pequeño y mediano empresario  a mitigar el coste de la justicia. A corto plazo va a generar el efecto de que muchos de los asuntos civiles y mercantiles que colapsan los juzgados puedan solventarse por otra via. Para incentivarlo, más, se hace necesaria una  campaña institucional que recalque los valores de rapidez, economía de costes, especialidad, discreción y confidencialidad así como de eficacia.

Finalmente, para someter un conflicto a arbitraje, por lo general,  es necesario que dentro del contrato suscrito por las partes se incluya una cláusula, en la cual se exprese la voluntad de someter las eventuales diferencias que se presenten a la decisión del órgano arbitral.