Comunicó y pidió un refrendo que nadie dudaba que iba a obtener, aunque 19 de los 519 procuradores que formaban entonces las Cortes se atrevieron a responder a la propuesta con un "no", 9 se abstuvieron y se rechazó una petición de 54 de sus miembros para que el voto fuera secreto.
El rey emérito Juan Carlos I | IMAGEN DE LA RED
El rumor de que podía hacer pública esta decisión llevaba tiempo circulando en el ambiente político de la época, con partidarios y muchos detractores de esta opción, entre los que se encontraban bastantes monárquicos.
Ellos eran los defensores de seguir la línea de sucesión dinástica que otorgaba a don Juan, el padre del futuro rey, la legitimidad de recuperar la Corona en su persona.
Aunque muchos daban por hecho la propuesta del dictador, sorprendió el momento elegido para comunicarla, en pleno mes de julio, con los procuradores ya de vacaciones y volviendo la mayoría de ellos a toda prisa a Madrid para estar presentes en la sesión presidida por Franco.