Cuatro empresas dedicadas al sector energético ya tienen planificado el terreno donde podrán investigar los recursos geotérmicos en Tenerife. A principios de año la Dirección General de Industria declaró la caducidad de varios terrenos francos, lo que abría la puerta a las empresas a postularse para poder analizar la viabilidad de explotar la energía geotérmica en la Isla.
De momento son cuatro las empresas que se han postulado para investigar los recursos geotérmicos: Repsol, Energía Geotérmica de Canarias (filial de la energética DISA), Unelco (Endesa) y el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER). Cada una de las empresas ha presentado tres permisos de investigación diferentes, a excepción de Unelco, que ha presentado un permiso.
Los permisos
El total de los terrenos declarados francos es de 3.089 cuadrículas mineras, aunque las propuestas presentadas no comprenden la totalidad de las cuadrículas. La mayoría de las propuestas se localizan en el suroeste de la isla, solapándose algunos con otros, lo que ha provocado el recorte de algunas de las cuadrículas solicitadas.
Por un lado, la empresa Energía Geotérmica de Canaria ha solicitado los permisos Jaira, Tahatan y Tikahit; la empresa pública ITER ha solicitado los permisos Barranco Hondo, Hoya Negra y Retamar: Repsol ha solicitado los permisos Perenquén, Chuchanga y Pimelia; por su parte, Unelco ha solicitado el permiso San Miguel.
Investigar en la zona
Con esta resolución de la Dirección General de Energía determina la ordenanza para que estas empresas puedan investigar los recursos geotérmicos en estos terrenos. Estos permisos permiten a los titulares “el derecho a realizar, dentro del perímetro demarcado y durante un plazo determinado, los estudios y trabajos encaminados a poner de manifiesto y definir uno o varios recursos (mineros)”.
Estos permisos son el paso previo para obtener la licencia para explotar los recursos mineros, es decir, para la construcción de una central eléctrica que se nutre del calor del subsuelo de la isla. Esa es la intención, que el sistema eléctrico de la isla también se pueda nutrir de una energía renovable y estable. Por ello actualmente hay un gran desembolso de dinero por parte de la Unión Europea y del Estado español para la puesta en marcha de este tipo de energía al menos en tres islas: Tenerife, Gran Canaria y La Palma.
La unión hace la fuerza
Los cabildos de cada una de estas islas conformaron su propio consorcio público-privado para presentarse a unas ayudas del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. La intención era que la unión hiciera la fuerza y que la mayor parte de la inversión, que en primer momento se pensaba que sería de 15 millones para cada isla, fuera a parar a esos consorcios, y funcionó en parte. Los proyectos recibirán aún más dinero del que se esperaba en un primer momento, aunque la inversión también fue a parar a las empresas.
Esta subvención lleva acarreada sondear a 2.000 metros de profundidad para conocer la posibilidad de los recursos geotérmicos. Hecho que avala la reciente resolución de Industria que da el permiso de investigación a las cuatro empresas. Más allá de Tenerife, La Palma y Gran Canaria están en el mismo proceso aunque menos avanzado. Las islas están en plena recepción de proyectos de los permisos de investigación de las cuadrículas mineras declaradas francas.