Canarias ha incrementado la producción de energía eólica el 234,23% desde 2015. Hace ocho años generaba 396.687,14 MW cada hora, mientras que en 2023 la cifra fue de 1.325.847,33 —sin ir más lejos, el Archipiélago ha visto reducidas las emisiones de gases de efecto invernadero en las últimas dos décadas como publicó Atlántico Hoy el pasado mes de agosto—. La noticia puede sonar bien, pero las Islas necesitan almacenar potencia para que todo el trabajo no se vaya por el desagüe —el 20% de las renovables se pierden—.
“Hay que facilitar la producción de otro tipo de energía, explorar ya las vías del hidrógeno, pero el riesgo que tenemos es que podemos morir de éxito. Nuestro sistema eléctrico está llegando al límite”, asegura en declaraciones a este medio Aridane González, presidente del comité científico para cambio climático del Gobierno regional. Pone sobre la mesa que uno de los grandes problemas sociales es escuchar quejas sobre que, a pesar de haber una apuesta por las renovables, no se percibe después en la factura de la luz.
Gestión de la energía
González entiende la reflexión que hacen muchos ciudadanos al respecto, pero explica que si no se nota en la factura que manda cada mes a los hogares la compañía eléctrica es porque las Islas no tienen almacenamiento energético. Ahora bien, es probable que las empresas o los ayuntamientos con parques eólicos sí adviertan los resultados de las energías limpias, algo que termina repercutiendo en la población.
“Para poder bajar ese precio”, indica, “lo que tenemos que hacer es almacenar la energía y así gestionarla”. Considera que es fundamental de cara a contar con una mayor producción renovable y dejar de quemar combustible fósil, una actividad que cuesta entre 700 y 1.000 millones de euros cada año en la partida para Canarias en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) por su condición de región ultraperiférica —si la energía no estuviera subvencionada por el Gobierno central su precio sería mucho más elevado—.
Salto de Chira
González incide en que uno de los inconvenientes más relevantes en el Archipiélago es que se puede gestionar la energía. “Nosotros no podemos saber cuando el viento sopla más o va a soplar menos, entonces cuando está soplando cogemos toda la energía que podemos y luego la perdemos”, sentencia. “En cambio si tenemos, por ejemplo, el salto de Chira o baterías lo que sí podemos hacer cuando no haya entrada de energías renovables es utilizar la que está almacenada”, apostilla.
“Eso va de la mano de que debamos tener grupos electrógenos en nuestras centrales térmicas que sean más eficientes, de arranque rápido. Porque si no, a pesar de que dispongamos de esta producción de energía renovable, tenemos que seguir quemando combustible. Y es que todos cuando llegamos a casa lo que queremos es tener energía”, reflexiona.
Parques eólicos
Aún así, sobre el aumento de la energía eólica, resalta que es un éxito de los últimos años. “En Canarias, desde hace aproximadamente 10 años se empezó a apostar de verdad por la producción de energías renovables y se colocaron los parques”, destaca. Los datos están recogidos en una respuesta parlamentaria por escrito de la Consejería de Transición Ecológica del Ejecutivo autonómico a la diputada del PSOE Alicia Pérez.
El anuario energético de las Islas del año 2022 —el de 2023 aún está en fase de licitación en la Plataforma de Contratación del Estado tal y como ha podido verificar este periódico— refleja que en la comunidad hay 577 parques eólicos —398 en la provincia de Las Palmas y 179 en la de Santa Cruz de Tenerife—.
Cronología
“González comenta que el éxito se viene sumando desde hace una década. “Recuerdo los del último año de gobierno donde Pedro Ortega era consejero [de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento entre 2015 y 2019] que consiguió meter ahí un nuevo concurso eólico in extremis. También el gobierno anterior al que tenemos ahora consiguió consolidar todos esos parques. El actual en este último año ha hecho que se empuje toda esta producción”, asevera.
“Por eso digo que es un esfuerzo sumatorio de todas las partes y un éxito al final de que por fin en una década hemos tenido gente con responsabilidades que contaban con una visión estratégica de que Canarias debía producir mucha más cantidad de renovables. También es verdad que viene de la mano del gobierno nacional porque es quien tiene ciertas competencias en este ámbito”, culmina.