Joan Melé: "Otra economía es posible, necesaria y urgente"

Joan Melé (Barcelona, 1951) es conferenciante y formador sobre valores, promotor de la banca ética en España y Latinoamérica, además de fundador de la empresa Taller de Conciencia, cuya misión es acompañar a aquellas personas que quieran contribuir a la construcción de un mundo mejor. También es miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank,  y autor de los libros 'Dinero y conciencia`' y La 'Economía explicada a los jóvenes'.

Con más de 35 años de experiencia profesional en el sector de la banca, Melé ha decidido luchar por concienciar a la sociedad de que otro modelo económico y financiero es posible, "uno sostenible para las personas y para la Tierra". Se trata de un modelo en el que el beneficio y el crecimiento no son los objetivos prioritarios y obsesivos, sino los indicadores de que "se están haciendo las cosas bien y se está creando riqueza para todos".


-En el mundo en que vivimos actualmente ¿cree de verdad que otra economía es posible?
"Es posible, necesaria y urgente. Existen alternativas que ya están en marcha. No estamos hablando de una utopía, sino de realidades como la banca ética, pues hay 40 entidades bancarias en el mundo bajo esta calificación y otras tantas preparándose para ello. Están las empresas que apuestan no solo por un beneficio económico, sino también social y medioambiental y lo ponen a la misma altura de importancia. Hay miles de empresas que pueden generar dinero siendo responsables. Se trata de economía humana, o también la podemos llamar consciente, la única economía que debe ser sostenible en el futuro. "Me dicen, por ejemplo, que un alimento ecológico es más caro, pero yo respondo que cuesta lo que vale. El agricultor está pagando el bajo precio de lo que pagas tú  recibiendo un salario miserable. Hasta ahora ha sido ganar dinero a costa de lo que fuera, pero esto ya no puede ser. Las miles de empresas que lo están haciendo nos muestran que hay otro camino posible".


-¿Tiene la impresión de que los ciudadanos no confían ya en otra forma de hacer banca?
"Cuando comenzamos en España, hace diez años, era más difícil. Ahora tenemos cientos de miles de clientes que confían plenamente en nosotros y les hemos demostrado que se puede hacer banca de otra manera: normal, sana e invirtiendo en proyectos sostenibles, sociales y culturales, además de siendo totalmente  tranparentes. Para mí, la clave es eso. Uno se puede equivocar, pero si publicas el 100% de lo que estás haciendo, la gente, si ve algún error, te lo puede decir".

"No tengo que ir al banco que me da la hipoteca más barata o más por mi dinero, sino pararme a ver qué tipo de entidades están de acuerdo con mis principios. Nosotros somos los que podemos cambiar el mundo con nuestras decisiones"
-¿Es realmente posible la banca ética?
"Los clientes la hacen posible. Dudar de la ética de la banca es fácil, pero, ¿y los clientes? Cuando invierten ¿se preocupan ellos por la ética o más por la rentabilidad? Hay personas que critican a la banca pero le siguen dando dinero a los mismos. La banca ética la hacen posible los clientes éticos a quienes le preocupa el origen y destino del dinero".


-¿Somos fácilmente manipulables?
"En las últimas décadas, sí. Nos ofrecían un buen tipo de interés, regalos y ya estábamos seducidos. Hemos sido demasiado fácilmente manipulables y nos hemos dejado llevar por la codicia. Pero en el fondo todos buscamos el máximo beneficio personal y nos hemos dejado seducir. Cuando alguien te ofrece más que los otros, te tienes que preguntar, ¿me ofrece más haciendo qué? Hasta ahora hemos hablado solo de precios, pero detrás de un precio barato hay un precio oculto y alguien que lo está pagando muy caro, con su vida o con su trabajo. Nos manipulan, pero tampoco nos paramos a hacernos preguntas o ser coherentes. Decir que las cosas no pueden ser éticas es, simplemente, una excusa para no cambiar. Antes de comprarse algo uno debe saber quién lo hecho, dónde, en qué condiciones, si es ecológico o no, y no limitarse solo a si es barato o gusta. Con la banca igual. No tengo que ir al banco que me da la hipoteca más barata o más por mi dinero, sino pararme a ver qué tipo de entidades están de acuerdo con mis principios. Nosotros somos los que podemos cambiar el mundo con nuestras decisiones".
Joan Melé, experto en banca ética y economía consciente | CEDIDA
"En Canarias hay interés, conciencia y conocimiento. Falta establecer más bases de datos, que los canarios sepan en cada momento qué opciones tienen a la hora de comprar o de elegir un banco"

-¿Cree que en Canarias hay conocimiento y/o interés sobre actividades responsables en economía? ¿Destacamos en esta materia?
"Hace años que no voy, pero tiempo atrás ofrecí muchas conferencias en Canarias, a las que acudían 400 o 500 personas. Conocimiento e interés hay. Nuestras oficinas en las Islas crecen y tienen muchos clientes, pero esto no es suficiente. Hay que darlo a conocer más, saber en qué comercios o tiendas se venden productos responsables, y promocionarlo, que no sea algo marginal, sino una alternativa. Me acuerdo de que ofrecí una conferencia en el Paraninfo de la ciudad de Las Palmas y vinieron 650 personas. Esto es muchísimo para una conferencia de banca ética y responsabilidad. Hay interés, conciencia y conocimiento. Falta establecer más bases de datos, que los canarios sepan en cada momento qué opciones tienen a la hora de comprar o de elegir un banco".


-¿A los jóvenes les preocupan estas cuestiones?
"Muchísimo. Cuando se lo cuento, al principo no conocen mucho del tema. He dado cientos, por no decir miles, de conferencias en colegios, institutos, universidades, etc., y cuando lo descubren les interesa muchísimo. Se movilizan y te preguntan qué pueden hacer. Pero cuando eres joven tampoco puedes tomar grandes decisiones porque la mayoría dependen de las de sus padres. Muchas veces se dan cuenta de que, lo que para ellos es vital, a sus padres no les interesa. El entorno que les rodea es contradictorio y no tiene conciencia. Esta es mi experiencia".


-¿Cree que es importante enseñarles economía consciente a edades tempranas?
"Es fundamental. Ahora muchos colegios están yendo hacia la educación financiera, pero es muy teórica. Sin embargo, más que eso, hace falta educación en valores humanos, más preocuparse por la responsabilidad, por las personas, por el planeta. Que cuando tomes una decisión te des cuenta de cómo afectará a los demás. Recuperar unos valores, una ética, porque por el miedo, el egoísmo o el sobrevivir nos hemos olvidado de pensar en los demás. Pues esta educación es lo más urgente hoy en día. Cuando dicen que lo importante son las matemáticas o la física, pienso que lo más vital es recuperar la ética. A los que han salido en casos de corrupción y han hundido a España a la miseria no les faltaba formación teórica, sino que habían perdido la ética y los valores".


-Estamos obsesionados con el beneficio...
"Nos apelan al egoísmo y sale el egoísmo. Nos dicen, ganarás más y nos dejamos seducir. Deberíamos pensar en que ganásemos todos, de una manera sostenible, sin cargarnos el planeta. Cuando uno gana más de la cuenta, otros lo van a dejar de ganar y no obtendrán ni lo mínimo. Nos seducen, pero la culpa no es de quién lo hace. La responsabilidad es de quienes nos dejamos seducir. Te pueden poner mil anuncios y tú decir: no, no me interesa. El que manipula tiene una parte de responsabilidad. La otra es nuestra. No nos veamos como víctimas inocentes. Somos co-responsables de los problemas sociales y ambientales. Despertemos y reaccionemos".

"Cuando dicen que lo importante son las matemáticas o la física, pienso que lo más vital es recuperar la ética. A la gente que ha salido en casos de corrupción y ha hundido a España a la miseria no les faltaba formación teórica, sino que habían perdido la ética y los valores"

-¿Cómo podemos manejar el dinero de forma consciente?
"Hacerse preguntas. Averiguar si es un producto responsable con el planeta. si es ecológico, de proximidad, así como la trazabilidad de lo que se está comprando. También fijarse en el aspecto social: en qué condiciones trabajan las personas que lo está produciendo, qué salarios tienen, si viven dignamente o explotados. Eso nos hará decidir si comprar el producto. Si no lo sé no lo puedo comprar. Usted no dejaría a su hijo en un colegio donde no sabe cómo lo educan, igual que no puede llevar el dinero a un banco donde no sabe lo que hacen con él, o no puede comprar un producto que no sabe cómo se ha hecho. Compremos cosas que conocemos y, si son más caras, no gastemos tanto en tonterías. Es un tema de educación. Hay que intentar corregir los errores de los adultos para que, por lo menos, los jóvenes tengan otra conciencia".


-¿Estamos a tiempo de revertir la situación?
"Vamos justos de tiempo pero hay que reaccionar ya. Lo bueno es que todo el mundo se está implicando. Hay que hacer una campaña muy grande porque los propios padres, sin darse cuenta, están insuflando el egoísmo a sus hijos. Cuando les dicen a sus hijos que estudien y saquen buenas notas porque el día de mañana, si no, no se ganarán la vida, no están ejerciendo una buena manera de educar. Deben decirles que se preparen para que el día de mañana sean personas útiles a la sociedad. Ahí empieza una buena educación. Si los hijos ven que los padres solo piensan en consumir, el hijo saldrá así. Muchos descendientes son, incluso, los que hablan con sus padres para que sean responsables y reciclen o compren productos orgánicos. Intentemos también educar a los adultos. No va a ser fácil ni rápido, pero hay que ponerse ya. Hay tiempo, pero no nos confiemos".