Desde billetes a bolsas de té, una nueva vida para los restos de platanera

El proyecto Life Baqua recicla las fibras de platanera para crear elementos de uso cotidiano no contaminantes

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Billetes, bolsas de té, hilo e, incluso, piezas interiores de vehículos son algunos de los productos que el proyecto "Life Baqua" ha desarrollado reciclando fibras de platanera en el Centro de Fabricación Integrada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

El vicepresidente del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, ha conocido esta semana este proyecto europeo cuyo objetivo es aprovechar todos los residuos vegetales que genera el cultivo del plátano y que, en la actualidad, estudia las posibilidades de implantación real en las islas a nivel industrial. "Vincular el sector primario y la industria alimentaria a lo ecológico da un valor añadido que la gente está dispuesta a pagar", ha celebrado Rodríguez, quien ha considerado que esta actividad "es una apuesta que coincide con la del Gobierno de Canarias de buscar un nuevo uso a los productos biodegradables". 

A su juicio, iniciativas como esta "están en línea con la lucha contra el plástico que ha emprendido el archipiélago". "Las cosas que sean más verdes y ecológicas tendrán cada vez más valor y recibirán serán un plus a la hora de ser contratadas por los clientes", ha añadido el vicepresidente. 

El proyecto "Life Baqua" ha fabricado a partir de fibra de platanera productos biodegradables como bolsas para té o infusiones, hilo continuo y, por consiguiente, tejido, además de papel moneda. El uso habitual de esta fibra es "reforzar objetos que han sido fabricados con plástico" debido a que ésta aporta "más resistencia a los productos", ha explicado el coordinador de Life Baqua, Mario Monzón, quien ha señalado que también se ha fabricado con este material una pieza interior de un vehículo Renault Megane que "superó todos los test y ensayos" de la empresa automovilística. 


Los residuos que no pueden aprovecharse de la fibra platanera son denominados "pulpa" y pueden ser reutilizados como aditivos para pienso de peces, ha detallado Monzón.

En la actualidad el proyecto estudia las posibilidades de implementación de esta actividad en el archipiélago y las posibles políticas que podrían incentivar el uso de este material biodegradable. "Dar el salto industrial es una cuestión importante en la que hace falta el apoyo de todos los actores, tanto a nivel de administraciones autonómicas o locales como en lo referido el sector agrícola, que tiene que estar implicado directamente en esta actividad", ha añadido Monzón. 

Dada la producción de las zonas de cultivo del plátano y el coste del transporte de materiales, esta iniciativa propone la instalación de plantas industriales para la extracción de la fibras en el norte de Gran Canaria, en Tenerife y en La Palma. El proyecto europeo "Life Baqua" concluirá en octubre pero desde este mes de junio los responsables del mismo harán entrega del estudio que recoge sus propuestas al Gobierno de Canarias y al resto de administraciones locales. 

"El producto natural es ahora mismo más caro pero existen muchas empresas dispuestas a pagar más por el hecho de que los materiales sean 'bio', lo que supone una ventaja competitiva con respecto a materiales convencionales", ha concluido Monzón.