Según datos de la fundación Acuorum Iberoamericana Canaria de Agua, con base en las Islas Canarias, la escasez de agua ya afecta al 40 por ciento de la población mundial: más de 660 millones de personas no tienen acceso a fuentes de agua potable. Asimismo, a nivel global, el 80 por ciento de las aguas residuales se vierten a ríos y mares sin depurar.
Debido a la escasez de agua y a la ausencia de lluvias, Canarias debe concienciarse especialmente en su cuidado. Hasta el momento, el Archipiélago ha logrado salir adelante a través de ingeniosas formas de conseguir el agua de la lluvia y del interior de la tierra.
La primera desaladora de Canarias se construyó en Lanzarote hace más de 50 años. Ahora existen más de 300 para abastecer a más de un millón de personas en todo el Archipiélago que consumen agua desalada.
Según datos del Centro Canario del Agua (FCCA), en Lanzarote se produce un 99% del volumen total de agua consumida en la Isla, el porcentaje más alto con Fuerteventura, que es del 86%, frente al 9% de Tenerife o el 0% de La Palma y La Gomera. En el Hierro se produce un 19% de agua desalada consumida en la Isla, mientras que en Gran Canaria, un 52%.
Son muchas las preocupaciones que atañen al cuidado de este bien tan preciado: insuficiente desalación, la necesidad de mejorar el saneamiento y abastecimiento de muchas zonas del Archipiélago, el decrecimiento del alumbramiento de agua (pozos y galerías), los vertidos o las posibles sanciones de Europa por incumplimientos.
Los planes hidrológicos ordenan y proyectan el futuro del agua y sus sistemas en Canarias, donde preocupa la depuración para atender no solo a la población residente, sino a los millones de turistas que acogen. Sin embargo, el principal reto sigue siendo el tratamiento y la regeneración de las aguas residuales.
Feliz #DíaMundialDelAgua. Nos sumamos a la campaña de @UN_Water para aumentar la cifra actual de #agua regenerada en el mundo pic.twitter.com/proL1QKAAh
— Fundación Acuorum (@Acuorum) 22 de marzo de 2017