Los propósitos para el 2020 ya están escritos: desde ir al gimnasio, hasta aprender un idioma o cambiar los hábitos de vida…Sin embargo, algunos se quedarán simplemente en buenas intenciones. Y eso pasa porque muchas veces los objetivos no son realistas, ni ilusionantes ni tan siquiera pocos, pero, además, se plantean mal desde el principio, explica la psicóloga Grecia de Jesús, de Blua de Sanitas en un comunicado.
Según la especialista, la motivación es uno de los motores para conseguir las promesas que nos hacemos, “si nuestras metas se relacionan con actividades que nos apasionan, el esfuerzo para conseguirlas va a ser mucho menor”.
Ocho pasos para lograr los propósitos para el 2020
Los propósitos para el 2020 pueden conseguirse si vamos cumpliendo estos pasos que nos propone la psicóloga Grecia de Jesús.
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Que sean pocos y estén bien definidos: escribe tus objetivos e identifica por qué lo son.
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Ser realistas a la hora de establecerlos: que sean objetivos que puedas lograr con esfuerzo, pero que no sean inalcanzables o que dependan poco de ti.
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Establecer objetivos intermedios que lleven a conseguir un objetivo mayor: después de identificar tus objetivos identifica los objetivos a medio plazo que te ayudarán a crear el camino adecuado.
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Dejar constancia por escrito de nuestras promesas: escríbelas y llévalas a mano para no olvidarlas y tenerlas presentes en tu día a día.
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Registrar los progresos: elabora una rutina en la que incluyas actividades que te ayuden a conseguir tus objetivos y ve registrando los avances.
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Compartir los objetivos con gente de confianza para que nos recuerden cuáles eran nuestros propósitos en caso de no estar consiguiéndolos: el apoyo emocional es fundamental, incluso si compartes un objetivo con alguien, esto os ayudará a conseguirlo.
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De ser necesario, recurrir a ayuda profesional para conseguirlos: cuando nos atascamos en el cumplimiento de nuestras metas es fundamental acudir a un psicólogo para que te ayude a identificar lo que te frena y para elaborar estrategias de enfrentamiento.
- No rendirse a la primera: las caídas son parte del progreso, y esto es algo que debes tener en cuenta para no catastrofizar cuando algo te salga mal.
Comer mejor, controlar el sueño, leer más... La tecnología y la innovación te pueden ayudar a cumplir tus propósitos https://t.co/ZVTJH0o2oU
— Forbes_es (@Forbes_es) December 31, 2019
No solo se trata de conseguir objetivos relacionados con actividades o hábitos de nuestra vida, también las metas tienen que mirar a nuestro interior y reforzar el conocimiento de uno mismo para saber realmente lo que queremos y cómo nos sentimos.
La psicóloga Anna Jordá, de medioQuo, chat médico de consultas 24 horas, nos ofrece una serie de pautas que nos ayudarán a conocernos mejor y dedicarnos más tiempo.
- Disfrutar del día a día. El primer paso es aceptar que, muchas veces, para encontrar respuestas, lo que tenemos que hacer es simplemente vivir.
- Se tu mejor amigo. Ser tan duro con uno mismo, no es necesario. La psicóloga afirma: “Hay que olvidarse de tener el control absoluto, no llenarse la boca de objetivos vacíos y entender que hay muchas cosas que se escapan de nuestro control. No siempre se puede ser responsable de todo lo que nos pasa”.
- Pon el foco de atención en ti. Hay que intentar aprender a quererse a uno mismo. “Reconocer la fragilidad y ser el mejor aliado de uno mismo, es imprescindible para poder lograr todo aquello que nos propongamos este nuevo año”, señala la especialista.
- Encontrar el equilibrio. Para ayudarse, es importante poner pautas y establecer unos horarios bien definidos. Jordá recomienda “reconocer lo que te apetece de todo aquello que consideras conveniente. Hacer este análisis a diario te puede guiar en el proceso de cambio”.
- Rodearte de las personas que más quieres para pedirles ayuda y contrastar tus opiniones y emociones. La psicóloga de mediQuo explica: “Cuando uno se muestra con sinceridad, expresa lo que realmente es importante y le salen las cosas del corazón, es entonces cuando se crean las relaciones que importan a día de hoy. Por eso, es conveniente compartir los sentimientos”.
- Confianza. Cuando uno se comprende y se siente comprendido, establece un clima de confianza que le facilita la relación con los demás. Ser simpático ayuda a mejorar y facilitar la relación con las personas y permite mejorar el nivel de satisfacción y bienestar con uno mismo. Al mismo tiempo, la autoestima y el autoconcepto mejoran.
- Aprender a cuidarse, a dedicarse tiempo y a escucharse. Es conveniente interesarse en saber identificar las manifestaciones físicas de las emociones, tanto las positivas como las negativas, e intentar buscar soluciones a todo aquello que se debe corregir.