Más de 5,5 millones de catalanes votan en unas elecciones para la historia

Unos 17.000 policías velan por la seguridad de la primera jornada electoral después de la aplicación del artículo 155

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Un total de 5.554.395 catalanes están llamados a votar a lo largo de la jornada de hoy en unas elecciones de carácter excepcional, las primeras convocadas por el Gobierno del Estado en aplicación del artículo 155 de la Constitución, tras el cese del Govern de Carles Puigdemont por la declaración de independencia en el Parlament.

Ha sido sin duda la campaña electoral más atípica, no solo porque nada más arrancar, el 5 de diciembre, coincidió con el Puente de la Constitución, ni porque la fecha de las elecciones cae por primera vez en un día laborable entre semana, sino por el contexto de polarización y tensión en el que se ha desarrollado.

Las consecuencias de la jornada del 1-O han marcado de principio a fin una campaña en la que el independentismo, que en esta ocasión se presenta con tres listas separadas -Junts per Catalunya (JxCat), ERC y CUP-, puede perder, según los sondeos, la mayoría absoluta que logró en los comicios del 27 de septiembre de 2015, frente a un bloque constitucionalista al alza, lo que abriría la puerta a nuevas sumas.

Los acontecimientos del 1-O, los encarcelamientos de dirigentes soberanistas y el traslado de Carles Puigdemont y una parte de sus consellers cesados a Bélgica han monopolizado prácticamente los ejes de la campaña en todas las candidaturas, que a duras penas han podido dar visibilidad a sus propuestas sociales y de otro tipo.


El debate sobre el "procés", que ya capitalizó la atención en las elecciones de 2015, ha vuelto a centrar los mensajes de los candidatos, unos -JxCat, ERC y CUP- para reivindicar el camino hacia la "república catalana" y denunciar la "represión" del Estado, otros -Ciudadanos, PSC y PPC- para reclamar el fin del proceso soberanista al constatar que lleva a Cataluña al "precipicio", y algunos -los comunes- para matizar a uno y otro bloque.

Tanto JxCat como ERC han tenido que adaptar sus actos de campaña a las ausencias de algunos de sus principales candidatos, bien porque se encuentran presos bien porque siguen en Bélgica.

El presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, que encabeza la candidatura de JxCat, ha acabado siendo omnipresente en los actos electorales de su lista, a través de mensajes grabados en vídeo o mediante intervenciones por videoconferencia, que los asistentes a los mítines podían ver en pantallas gigantes.

No han podido hacer lo mismo los números 2 y 7 de JxCat por Barcelona, Jordi Sànchez y Joaquim Forn, a quienes el Tribunal Supremo denegó el permiso para salir en libertad y hacer campaña.

Tampoco el vicepresidente del Govern cesado, Oriol Junqueras, en la cárcel desde el 2 de noviembre, ha podido hacer campaña para la lista que lidera, la de ERC, que ha dado todo el protagonismo a la número dos, Marta Rovira, a los excarcelados Raül Romeva y Carles Mundó y a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.



En el flanco opuesto, el cabeza de lista del PPC, Xavier García Albiol, ha contado durante varios días de campaña con el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, y otras caras conocidas del PP como su secretaria general, María Dolores de Cospedal.

También el candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, Miquel Iceta, ha recibido el apoyo en varios mítines del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, así como del expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y de otras figuras socialistas, como el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Ciudadanos, por su parte, ha basado su campaña en potenciar el perfil de su presidenciable, Inés Arrimadas, que se ha visto arropada a menudo por el presidente del partido, Albert Rivera, y que ha llegado a compartir escenario en un acto con el ex primer ministro socialista francés Manuel Valls y el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.



El cabeza de lista de Catalunya en Comú-Podem, Xavier Domènech, ha contado en algunos actos con el apoyo del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Quien menos protagonismo ha acaparado ha sido el número uno de la lista de la CUP, Carles Riera, que ha cedido espacio a otros miembros de su candidatura y a exdiputados de su formación, además de las intervenciones del exlíder de Podem Albano Dante Fachin, que ha frecuentado actos de los anticapitalistas y alguno de ERC.

Una de las claves de estas elecciones puede estar en la participación, que si ya fue elevadísima en 2015 -rozó el 75 por ciento- esta vez los expertos en demoscopia pronostican que puede alcanzar una cifra récord.

Según el INE, de los 5.554.394 catalanes con derecho a voto, 5.328.013 son residentes en Cataluña -3.981.177 en la provincia de Barcelona, 549.246 en Tarragona, 499.730 en Girona y 297.860 en Lleida- y 226.381 están registrados en el extranjero.

17.000 policías velarán hoy por la seguridad
Más de 17.000 policías se desplegarán hoy con motivo de las elecciones al Parlament, en una jornada en que los Mossos d'Esquadra aumentarán hasta los 12.321 sus efectivos para garantizar su presencia permanente en la mayoría de los 2.680 colegios electorales. 

En concreto, los Mossos d'Esquadra, que en la jornada electoral de las autonómicas de septiembre de 2015 desplegaron a 8.100 agentes, contarán hoy con el apoyo de 1.834 policías locales y 104 vigilantes de seguridad, lo que supone un total de 14.259 efectivos.

A ellos se añadirán, hasta superar los 17.000 agentes en total, los efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil que, en atribución de sus competencias, también estarán presentes en los centros de coordinación y se desplegarán para custodiar edificios públicos de titularidad del Estado, infraestructuras de su competencia y para prestar apoyo a los Mossos, si es necesario.

Los Mossos d'Esquadra han incrementado la presencia de efectivos al optar por un dispositivo estático y no dinámico, para garantizar su presencia estable en la mayoría de puntos de votación, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, cuando una única patrulla vigilaba tres o cuatro colegios a la vez, desplazándose en coche.


En concreto, los Mossos d'Esquadra, que en la jornada electoral de las autonómicas de septiembre de 2015 desplegaron a 8.100 agentes, contarán hoy con el apoyo de 1.834 policías locales y 104 vigilantes de seguridad, lo que supone un total de 14.259 efectivos

El dispositivo de seguridad se ha diseñado para garantizar la votación en 2.680 locales electorales, ubicados en los 947 municipios catalanes, con 8.247 mesas electorales: 5.885 en Barcelona, 825 en Girona, 534 en Lleida y 1.003 en Tarragona, gestionadas por 24.741 miembros titulares y 49.482 suplentes y 3.889 representantes de la administración.

En concreto, los Mossos d'Esquadra darán cobertura a 2.680 colegios electorales, junto con las policías locales, que se encargarán en exclusiva de la vigilancia de otros 600 puntos de votación, como por ejemplo la Guardia Urbana de Barcelona, que vigilará 70 colegios electorales.