Redacción

Opinión

Capítulo 5 (primera temporada): 'El lobo y el león'

Guardar

Si eres uno de esos fans que, cuando acaba una temporada de Juego de Tronos, se te queda un vacío inmenso en el corazón y en tu vida, significa que no solamente te gusta la serie, sino que estás obsesionado con ella. No te preocupes, porque en AtlánticoHoy también estamos obsesionados con los dragones, las traiciones, las intrigas y las diferentes casas nobles de Poniente. Por eso, te proponemos un plan para hacer la espera hasta el estreno de la última temporada un poco más llevadera, comentando CADA VIERNES todos los capítulos de la serie, uno por uno, semana tras semana, para volver a disfrutar de ellos y poder recordar detalles y matices que es posible que se perdieran por el camino. Empezamos...

Capítulo 5 (primera temporada): 'El lobo y el león'

Ned Stark seguía intentando atar cabos sueltos, sobre todo después de las intrigas que había alrededor del torneo que se celebró por su nombramiento como Mano del Rey. Resultaba ser que, en una ciudad como aquella, un hombre tan honrado y recto como lo era el Guardián del Norte era un peligro,  y en su caso era como si él mismo estuviera intentando firmar su propia sentencia de muerte. 

Pero no todos eran enemigos. También había hombres buenos, como Ser Barristan Selmy, un personaje que jugó un papel decisivo en la batalla que decidió que Robert ascendiera al Trono de Hierro, ya que luchó en el bando del famoso Rhaegar Targaryen y luego fue perdonado. 

Por lo visto, el caballero que murió en el torneo de la Mano del Rey era Ser Hugh, el antiguo escudero de Lord Arryn. Todo apuntaba a que alguien estaba intentando borrar todas las pruebas del asesinato del antiguo mentor de Ned. 

Robert, por su parte, seguía viviendo en su mundo particular de violencia y testosterona. Parecía que no había sido capaz de evolucionar con el tiempo. Seguía siendo el héroe que mató a Rhaegar, pero ahora era gordo y mayor. Esa era la maravillosa clave que hacía que el personaje del rey fuera único: ocultaba todo su dolor por haber perdido a Lyanna, la hermana de Ned, en el vino, las mujeres y las cacerías. 

Más torneos, al tiempo que se daban a conocer ciertos vínculos, insinuados por la mente retorcida de Meñique, como el romance entre Loras y Renly Baratheon, el hermano del rey. 

De camino al Valle, Catelyn y su grupo de soldados, que habían capturado a Tyrion para llevarlo ante la justicia, fueron atacados por una tribu de las montañas, y fue entonces cuando Juego de Tronos se empezó a mostrar en este episodio, no solamente como una producción en la que la puesta en escena y los guiones eran impecables, sino que la violencia y la sangre empezaron a jugar un papel muy importante, algo que ha sido motivo de polémica, pero también ha conseguido arrastrar a miles de seguidores a que vean la serie. 

Image
Ned Stark, representado por el símbolo del lobo | Fotograma del tráiler serie (HBO)

De la misma manera que la violencia y el buen hacer de la serie empezaba a llamar la atención ya desde la primera temporada, también lo hacían las escenas de sexo, que se convirtieron en parte del caldo de cultivo que ha convertido a la serie en lo que es hoy en día. 

El personaje de Varys empezó a tomar otra dimensión cuando reveló a Ned la información que probablemente lo condenó, la verdad sobre la muerte de Arryn. Alguien había pagado a Ser Hugh, el escudero de Arryn, para que asesinara al caballero al que prestaba sus servicios. La pregunta era ¿quién había pagado a Hugh? Por lo que parecía, la anterior Mano había "empazado a hacer preguntas", según comentó la Araña (que se movía a dos bandas, al hablar con Illyrio, la persona que se encargaba de cuidar a Daenerys). 

"El león y el lobo se encontrarán en sus gargantas pronto", decía Varys. Y tenía razón. Catelyn llegó al Valle  para condenar a Tyrion y esto desencadenó terribles consecuencias.

Cuando llegaron las noticias de que Daenerys estaba embarazada en el otro lado del Mar Angosto, el Consejo del rey temblaba y Robert planteó de forma rotunda que lo único que se podía hacer era asesinar a la joven Targaryen. Este fue el motivo de que Ned renunciara como Mano del Rey, y le dijo a Robert que el joven que ganó la rebelión "no temblaba por la sombra de un niño que todavía no había nacido".

Cuando Ned se disponía a volver a su hogar con sus hijas, Meñique le dijo que le podía enseñar con quién habló Lord Arryn antes de morir, y Ned cayó en la trampa. 

A continuación, tuvo lugar una de las escenas más entrañables, entre dos personajes que no se caracterizan precisamente por ser entrañables. Rober y Cersei tuvieron una de sus últimas conversaciones como marido y mujer, en la que él habló de que nunca había podido superar la muerte de Lyanna, ya que ni siquiera "los Siete Reinos pudieron llenar el vacío que ella le dejó". 

Ned encontró a otro de los bastardos de Robert en uno de los burdeles de Meñique y, al salir del establecimiento, se tuvo que enfrentar con uno de los "leones", con Jaime Lannister, que lo amenazó de muerte si no le devolvía a su hermano. 

La lucha comenzó y no duró mucho. Puede que Ned hubiera sido capaz de matar a Jaime, pero nunca lo sabremos, pues uno de los soldados Lannister lo hirió de forma terrible en la pierna. Seguía vivo, pero atrapado en la sucia ciudad en la que se encontraba. 

Juego de Tronos se empezó a mostrar en este episodio no solamente como una producción en la que la puesta en escena y los guiones eran impecables, sino que la violencia y la sangre empezaron a jugar un papel muy importante, algo que ha sido motivo de polémica, pero también ha conseguido arrastrar a miles de seguidores a que vean la serie.


La canción Las Lluvias de Castemere es uno de los símbolos de la Casa Lannister: