A tan solo 35 minutos en dirección sur desde la capital de Tenerife nos encontramos una desviación hacia Tajao (TF-632), un pueblito pesquero nos esperay que reluce por la tranquilidad de sus calles y su cielo siempre azul. Cuando llegas quizás no veas nada inusual, hasta que después de caminar y dejar atrás las casas te encontrarás en su costa con un espectáculo visual, una discreta playa que sólo encontrarás en esta zona de la isla, allí las olas rugen contra sus rocas.
Suponemos que éste es uno de sus reclamos, la fuerza de la naturaleza, donde la erosión del fuerte oleaje y del viento han ido “diseñando” a su capricho este paisaje, lleno de texturas y colores muy propios del desierto.
Su manto lleno de rocas amarillas y las paredes que cubren el lugar, te protegen haciéndote sentir completamente solo, un paraíso para los aventureros.
No es más que una playa de callados, y que con la marea baja, esta zona resulta mucho más amplia para poder disfrutar del sol y como no, puede ser mucho más cómodo si sobretodo estás acostumbrado a la arena fina de otras playas de la isla de Tenerife.
Para nosotros, otro de los motivos es que no es muy conocida, por lo menos, no de momento, y creemos que es una de sus ventajas, una playa casi solitaria. Además, Tajao es muy famoso por su gastronomía, así que si decides pasar el día por el pueblo no dudes en ir a uno de sus restaurantes a la carta, donde el pescado fresco es el plato por excelencia más pedido tanto por locales como visitantes.
Ahora solo queda saber cómo llegamos a este rinconcito de la isla tinerfeña:
- Desde Santa Cruz y dirección sur (TF-1).
- Ya en la autopista (TF-1) y tras aproximadamente 45 km debemos tomar la salida nº46 hacia Tajao.
- Nos dirigiremos a la derecha y tomaremos dirección TF-632, que nos conducirá hacia la costa y al pueblo de Tajao.
- Cuando estemos casi llegando nos encontraremos con una rotonda y cogeremos la segunda salida por la Avenida de Cabildo Insular.
- Si continuamos todo recto llegaremos hasta la zona de aparcamientos y de la playa.
Aunque sin duda, sus dos rocas más prominentes son quienes le han otorgado su fama. Como dos bloques impenetrables ante las olas, sus tamaños te sorprenden cuando las ves desde una perspectiva bien alejada, y es la grandiosidad del lugar lo que ha hecho que muchos intrépidos se atrevan a escalar su montaña para sacar múltiples fotos.
¿Y tú, te arriesgarías? Ellos lo han hecho.
Perfiles públicos: