Hablamos con Carmen Calvo, ex-ministra de Cultura

"La política cultural debería ser central en la agenda de España", comparte Calvo a nuestra experta en materia de Arte, Nuria Segovia. No te pierdas la entrevista (I parte)

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Carmen Calvo Poyato ( 1957, Córdoba), fue ministra de cultura del Gobierno de España desde el año 2004 al 2007. Durante aquella etapa como responsable de las políticas culturales en España, se llevaron a cabo varias iniciativas claves en la museologia española, tales com la ampliación del Museo del Prado, la aprobación de la ley reguladora del Museo del Prado 46/2003, de 25 de noviembre de 2003, por la que el museo se convierte en organismo público, con una mayor autonomía administrativa, de autonomía de gestión, y de comunicación con el mundo. 

En relación al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, se recibieron las obras de ampliación, y se definió la política adquisición de obras de arte. En cuanto al Museo Thyssen-Bornemisza, debemos resaltar que de la misma manera que en el Reina Sofía, se recibieron las obras de la ampliación en donde se albergaría la colección de la baronesa, a quien conoce la ministra desde hace diecisiete años y tiene muy buena relación.

¿Cree que los museos y centros de arte españoles se posicionan al mismo nivel que otras instituciones culturales europeas? 
Nos sobran centros de arte y museos. En España existen demasiados y algunos podrían no existir perfectamente. Apuesto por más calidad y menos cantidad, por la cooperación con otros centros entre los que se pueden rotar las colecciones a través de exposiciones. De este modo, insisto en aunar esfuerzos en la calidad y en la cooperación en detrimento de la cantidad de espacios. Considero que el ser humano debe ser inteligente y sabio en ese aspecto. Todos somos conscientes que tanto las comunidades autónomas como los ayuntamientos gestionan centros de arte y museos muy buenos, y no trabajan en red, itinerando por España. Estos actúan como reinos de taifas, no beneficiando ni a los políticos, ni a las instituciones, ni a los ciudadanos. Es resultado de un boom que estalló hace algunos años en donde todos los ayuntamientos querían centros de arte contemporáneos y cuyas consecuencias ha sido una gestión independiente de cada uno de ellos, que generó que el ministerio que dirigía preparara antes de mi marcha un convenio con las comunidades autónomas para que los centros estuvieran en la red. De este modo, se pretendía que entre todos los centros se diseñara un programa pedagógico para educar a los ciudadanos españoles en arte contemporáneo.

¿Considera que los museos españoles responden a las políticas culturales que demandan los ciudadanos y los agentes del sector? 
La política cultural debería ser central en la agenda de España. Lo más importante es la programación cultural en términos generales y máxime en nuestro país donde el turismo es elevado. Considero que debemos escuchar y atender a los ciudadanos además de formar. En mi caso conozco tanto el derecho constitucional como la gestión cultural y considero que la profesionalidad en este segundo caso depende de la seriedad en la que se atiende tanto a los técnicos, como a los artistas y creadores. Se deben conducir más políticas pedagógicas y no meramente culturales, basadas en el ocio y en el entretenimiento. Por tanto, a todos los partidos políticos hay que exigirle esta premisa.


¿Qué alternativas considera que deben adoptar los museos en España para exponer la mayor parte de sus fondos artísticos y no almacenarlos?
Dotar al país de espacios expositivos con grandes salas de exposiciones dispuestas con todos los requerimientos técnicos necesarios, y no construir tantos museos. Esta alternativa es más económica y a ella pueden ir destinados los fondos públicos. Un buen ejemplo para no almacenar fondos artísticos fue el plan que creamos en el Museo del Prado, llamado el Prado disperso, en el cual firmamos un acuerdo con las grandes ciudades españolas y sus museos, generando la posibilidad de ser visibles los fondos de este museo en espacios adecuados por los ciudadanos. De este modo, resalto que no hacen falta más museos y sí salas de exposiciones para itinerar los fondos del patrimonio artístico.

Debemos destacar que desde que nos fuimos no se han dado grandes noticias culturales, ya que hicimos mucho en poco tiempo y cuyo mensaje fue y sigue siendo claro: apostar por el arte, formando e informando al ciudadano y no creando más centros. Una buena alternativa sería trabajar en coordinación, el ministerio con las comunidades autónomas, tal y como se hizo bajo mi etapa de gestión, en donde los fondos de los museos eran visibles en otras ciudades a través de los programas que diseñamos para tal fin.


¿Considera que España necesita una ley de mecenazgo a la altura de otros países europeos como Francia?
El modelo de Francia es el modelo perfecto y es el que debemos adoptar en España. El mecenas debe caracterizarse por ser una persona con intenciones solidarias, que coopera con lo público, con la institución y con el ciudadano, que es el que recibe el mensaje positivo. Se debe cambiar el concepto de mecenazgo y potenciar aquel que desprende una imagen discreta y elegante, tal y como debe recibirlo el ciudadano que paga con sus impuestos la cultura, entre otras cuestiones. Si valoramos otros modelos como puede ser el americano, debemos destacar la conciencia de sostenibilidad de la cultura. En particular, los megalómanos aportan 500 dólares a la orquesta de su ciudad, con el objeto de ayudar y apostar por ésta. Este tipo de apoyos deberían abrirse en España.

Parte II, en próximo post.
Nuria Segovia