BLOG CON CÚRCUMA
La conserva que nos propongamos realizar en casa durará sin estropearse si seguimos normas básicas –sobre todo en la limpieza de nuestras manos, utensilios y los tarros que vamos a emplear, que estarán convenientemente esterilizados-.
Constituyó todo un hito en la técnica de garantizar disponer de materias primas durante meses. De los tratamientos más simples para contar con géneros en épocas de hambrunas a disponer de productos de temporada fuera de ella, la evolución ha desembocado en tendencias de las que salen "rarezas" dignas de probar.
Las conservas artesanales datan aproximadamente del año 1810, cuando Napoleón buscaba un método para alargar la vida de los alimentos necesarios para el sustento de sus tropas. Fue Nicolas Appert quien descubre la forma para lograr ese cometido; lo hizo sometiendo a un "baño María" -que se diría hoy- a los diversos productos introducidos en recipientes cerrados, generalmente de cristal, para conseguir lo que se define como conserva.
Se puede crear, de forma doméstica, una completa despensa sin ningún tipo de inversión y que beneficie a la economía familiar. Con recursos fáciles se puede contribuir a la salud de la familia a través de la nutrición con alimentos sanos y con el placer de mantener el sello personal en cada envase.
Desde una salsa de tomate, verduras en salmuera o pimientos asados, a mermeladas, atún, carnes... Tal y como puede hallarse enlatado en un supermercado, así puede llevarse a cabo en la cocina de casa. Seremos capaces, pues, de “domesticar sabores” cuando menos simpáticos o sorprendentes, como el caso del enigmático de higo chumbo o el de pepino o incluso el de tomate verde.
Muchos adeptos de la cocina gastrosaludable lo consideran una "terapia" artesanal el hecho de prepara nuestra propia conserva, incluso contribuyendo a afianzar la autoestima y la satisfacción personal. Es posible conservar todo tipo de productos (verduras, frutas, hortalizas, pescados, carnes...) con unas caducidades que oscilan entre uno y dos años, sin utilizar conservantes químicos, colorantes, saborizantes y elementos que siempre alteran el sabor.