Santiago Negrín

Opinión

Golpe a los “fumetas”

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Fuerte una mezcla “hermano” (así se llaman ahora entre la pibada): en Canarias, hasta 30.000 euros de multa por echarse un botellón compartido en la vía pública y prohibido fumar al aire libre. Básicamente las dos cosas a la que salen todos. Si les prohíbes el móvil, cuadras el círculo y vayan preparando “liñote” para amarrar a toda la tribu. Pero...ellos se lo han buscado.

Le pregunté ayer a un neumólogo. Y me dijo: “tampoco hay que meditar tanto, Santi. Cuando se exhala el humo, se hace con fuerza, expulsando diminutas gotitas que pueden contener carga viral, ser altamente contagiosas y permanecer hasta 30 minutos en el aire”. Pues sí. Echando un cálculo, un solo cigarrillo puede dar para 30 exhalaciones. En una terraza de 100 m2, con un asintomático fumando, ya tenemos a los africanos del baile acechando en la esquina.

Las industrias tabaqueras deben estar echando humo. A mí me la bufa, porque no he fumado en mi vida, pero es verdad que el cigarrillo se había convertido para muchos en el mejor salvoconducto para no llevar mascarilla, paseando, haciendo “botellón” o en la terraza de un bar. Quien verá a la “pasma” entrando en las Terrazas (a ver si lo hacen...) y a Tato “el Coneja” y su “hermano”, Yeray “el Porreta”, apagando la “mandanga” y cagándose en todo lo que se menea detrás de la barra.

Escuché ayer a más de un “fumeta” decir que esta prohibición era un ataque más a las libertades individuales y personales, y hasta algún elemento mascullar que, para esto, mejor encerrarse en casa o que Dios se lo llevara...no sé yo, pero creo que, si Dios o los Dioses existen, deben tener demasiados encargos últimamente como para estar ocupándose de pendejadas.

Recuerdo hace años, cuando querían poner por Ley las cámaras de videovigilancia en lugares públicos. Para que fue aquello, casi tiran por un barranco a los ideólogos del asunto, y se tuvieron que echar para atrás por el derecho a la privacidad. Pero mira qué casualidad, que tras el atentado del 11S todo el mundo pedía poner cámaras en cada esquina, sistemas de escucha a la población, etc. No sé cómo acabará este “mierdero” que nos está matando, pero lo que sí es seguro es que cuando salgamos de él, tendremos mucha menos libertad y privacidad. Palabrita del niño Jesús, que también está muy ocupado...