Termina la emergencia por el vertido sin daños en la costa ni en la fauna

La decisión se ha tomado después de que los últimos rastreos no hayan mostrado indicios de presencia de hidrocarburos en el mar

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El Cabildo de Gran Canaria ha dado por finalizada la noche de este lunes la situación de emergencia por contaminación marina que se declaró la madrugada del sábado debido al vertido de 60.000 litros de gasóleo en el puerto de Las Palmas, sin que se hayan detectado daños en la costa ni en la fauna.

En un comunicado, el Cabildo explica que todas las administraciones que se han movilizado para responder ante esta emergencia, provocada por la rotura de varios conductos de combustible tras el choque de un ferri contra un muelle del puerto, se han mostrado de acuerdo en dar por cerrado el episodio.

La decisión se ha tomado después de que durante los rastreos aéreos realizados a lo largo de este lunes ni el helicóptero del Gobierno de Canarias ni el avión de Salvamento Marítimo hayan apreciado indicios de presencia de hidrocarburos en el mar.

"La situación ha concluido sin que se hayan producido daños ambientales de ningún tipo, dado que el vertido no llegó a impactar contra la línea de costa ni por el momento se ha recibido aviso por algún animal afectado por el gasóleo en el Centro de Recuperación de Fauna de Gran Canaria, aunque no se descarta que se pueda localizar alguno en los próximos días", detalla la corporación insular.

Vertido
El derrame de gasóleo se produjo la noche de viernes al sábado, después de que un ferri de Naviera Armas que cubría la ruta Gran Canaria-Tenerife chocara de frente contra el muelle Nelson Mandela poco después de zarpar tras sufrir una avería. 

Los técnicos calculan que las tuberías de abastecimiento de combustible que reventó el buque al impactar contra el muelle derramaron unos 60.000 litros de gasóleo, la mitad de los cuales fue recogida de forma mecánica en los primeros momentos.

El resto se extendió en forma de una mancha de unos tres kilómetros de longitud que esa noche preocupó a más alto nivel a las autoridades, hasta el punto de que se activó el plan nacional frente a contaminación marina y se decidió paralizar por precaución la desaladora que abastece de agua a Las Palmas de Gran Canaria.

Sin embargo, pronto se comprobó que el vertido no había llegado a la depuradora, que recuperó su actividad, y que el vertido era de gasóleo, un combustible ligero y que se evapora con rapidez.

Por ello, los tres barcos de Salvamento Marítimo que trabajaron sobre la mancha este fin de semana concentraron sus esfuerzos en batir con sus hélices la fina película de gasóleo que flotaba sobre el agua, para acelerar su dispersión y evaporación.









El consejero de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Rodríguez, ha agradecido esta noche la labor de todos los cuerpos de emergencias y ha resaltado la gran coordinación con que han trabajado todas las administraciones.