Venezuela se enfrenta a una mayoría en la OEA que pretende mediar en su crisis política y social

Para el chavismo, la reunión mantenida este martes en Washington es "absolutamente ilegal" e "írritante"

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El Gobierno de Venezuela se enfrenta a una mayoría de países en la Organización de Estados Americanos (OEA) determinados a acordar "soluciones diplomáticas" para mediar en la crisis política y social del país, pese al rechazo frontal de Caracas. 

Para el chavismo, la reunión mantenida este martes por la OEA en Washington es "absolutamente ilegal" e "írrita", pues aseguran que para que un encuentro como este se llevara a cabo, "debió haberlo solicitado el Estado venezolano". 

Cabe recordar que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, presentó el pasado 14 de marzo un informe donde pidió a Venezuela llamar a elecciones generales en 30 días para evitar una posible suspensión del país en el organismo, un proceso complejo que requiere el apoyo de dos tercios (24) de los 35 países miembros, incluido Venezuela. 

Por otro lado, veinte países de los 34 miembros activos de la OEA (Cuba no participa desde 1962) consensuaron  una declaración conjunta en la que se comprometen a concretar una hoja de ruta "en el menor plazo posible" para "apoyar el funcionamiento a la democracia y el respeto al Estado de Derecho" en Venezuela.

El texto solo tiene tres puntos y no incluye las demandas de fijar un calendario electoral, liberar "presos políticos" y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela -de mayoría opositora-, que sí recoge la declaración conjunta de 14 países publicada el pasado jueves y que hoy no se votó.

A esos 14 (Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay) se sumaron hoy Jamaica, Santa Lucía, Barbados, Bahamas, Belice y Guyana, que permitieron que se celebrara la sesión pese a la oposición de Venezuela.

El texto de los 20 no se sometió a votación  porque solo es "el cimiento de una resolución más concreta que estará lista en los próximos días" y, de aprobarse, establecerá un mecanismo de seguimiento a la situación en Venezuela, ha explicado el embajador mexicano en la OEA, Luis Alfonso de Alba, a quien se le atribuye el liderazgo del grupo de países "preocupados" por Venezuela, que han pasado de ser 14 a 20 en pocos días. 

Derechos Humanos
De Alba fue, junto con los representantes de EE.UU., Canadá y Paraguay, el más crítico con Venezuela, un país donde considera que hay una alteración "al orden democrático" y falta de respeto a los derechos humanos. 

Su propuesta, de la que ahora deberá convencer al resto del grupo, es que la OEA analice periódicamente, con plazos no mayores a un mes, la situación en Venezuela y la evolución de los distintos esfuerzos de mediación que se den entre el Gobierno y la oposición.

Sus comentarios le valieron una dura respuesta por parte del viceministro venezolano para América del Norte, Samuel Moncada, nombrado ayer nuevo embajador en la OEA en reemplazo de Bernardo Álvarez, fallecido el pasado noviembre. 

"Venezuela necesita un grupo de la OEA como México necesita el muro", le espetó Moncada, en referencia al muro que ha ordenado construir el presidente de EE.UU., Donald Trump, en la frontera con México y que ha abierto una crisis sin precedentes entre ambas naciones vecinas. 

"Venezuela necesita un grupo de la OEA como México necesita el muro", ha asegurado el viceministro venezolano para América del Norte, Samuel Moncada

Esa fue solo una de las duras críticas que Moncada fue lanzando país por país después de oír las intervenciones de todos los Estados sobre Venezuela, un repaso que no pudo continuar porque varios países, entre ellos México y Canadá, pidieron a la Presidencia de turno del Consejo (Belice) que cerrara la sesión. 

De Alba fue el más contundente al levantarse de su asiento y decir que, si Venezuela no cesaba en sus ataques a los países, él abandonaría la sala, algo que aplaudieron numerosas delegaciones. 

Venezuela, y sus grandes aliados en la OEA, Bolivia y Nicaragua, argumentan que en varios países del continente hay violaciones de derechos humanos y de la democracia a las que no se les presta atención en el organismo.

Moncada, en sus dardos a los países que firmaron el texto sobre Venezuela, criticó que el Gobierno de Brasil "sea fruto de un golpe de Estado" y emplazó a Colombia a "parar la producción de cocaína" si de verdad quiere ayudar a Venezuela. 

Venezuela ha pedido ya varias sesiones en la OEA, una para evaluar la actitud "ilegal" del secretario general, Luis Almagro, quien hoy expresó su total apoyo al texto de los 20 países, celebró los "pasos gigantescos" dados, así como el "clamor continental de Alaska a Tierra del Fuego" respecto de la situación venezolana.

Las otras reuniones solicitadas por Venezuela serán sobre "los acuerdos de paz en Colombia", "la inmigración latinoamericana en EE.UU. y el muro" y "la afectación del cambio climático a los países insulares". 


Marcha contra la OEA en Venezuela

Mientras tanto, la marcha del chavismo en rechazo a la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) por tratar la situación de Venezuela culminó este martes con el anuncio de una demanda al secretario del organismo, Luis Almagro, por haber difundido "mentiras", según dijo el vicepresidente Tareck el Aissami. 

En una concentración en la que participaron miles de simpatizantes del chavismo, el vicepresidente venezolano comunicó su intención de demandar a Almagro tras afirmar que fue "autorizado" por el presidente Nicolás Maduro para realizar tal acción.

Frente a la manifestación, El Aissami indicó que Almagro le "acusó temerariamente sin ninguna prueba" de que le habrían congelado "3.000 millones de dólares", algo que rechazó y que aseguró se trata de una acusación contra el Gobierno, "la revolución" y el "pueblo". 

Maduro, que ha rechazado en distintas oportunidades el informe de Almagro sobre la situación de crisis de Venezuela, afirmó que obtuvo una "gran victoria" en la sesión celebrada en Washington. Según argumentó, "ni se aprobó la Carta Democrática, ni se aprobó el comunicado" firmado por 14 países que pedían un cronograma electoral y la liberación de políticos presos. 

También pidió al Gobierno de México "que abandone" la "política de agresión, de intervencionismo, ilegal, inaudita contra el pueblo de Venezuela" y, por el contrario, le tendió una mano para "denunciar" el muro que se pretende construir en la frontera de México con EE.UU. 

Debate
Por otro lado, Maduro solicitó abrir un debate nacional e internacional sobre la "utilidad" y "pertinencia" de la organización interamericana, pues afirmó que este organismo "ya dio lo que iba a dar" y que "fue bien malo lo que dio". 

En ese sentido, señaló que Latinoamérica ya ha demostrado "que caminando con pies propios" han "podido fundar grandes organizaciones que tienen sentido práctico" como: Petrocaribe, Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). 

El pasado martes, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha publicado una sentencia en la que "ordena" a Maduro que evalúe el comportamiento de las organizaciones internacionales que pudieran estar desplegando actuaciones similares a las que ha venido ejerciendo la Secretaria General de la OEA, que promueve actualmente la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.