-Aprovechando precisamente ese título de una de sus creaciones audiovisuales, y en lo que concierne a restaurantes, Darío López¿a todo va?
-Cada ratito tiene su cosita. A mi me tira el aspecto sentimental del guachinche, ya que mis tíos regentaban uno, aunque cerraron cuando yo empezaba a echarme los vasos de vino. De ahí me quedó la matraquilla, que incluso plasmé en un pequeño documental.
-¿Cómo se las apaña en la cocina?
-No he sido cocinillas y si me ponía a la faena era por apuro en los tiempos de estudiante. Sin embargo, si me mandan en cosas de fogones, la verdad es que soy muy buen pinche.
-¿Tiene algún proyecto de montaje relativo a la alta cocina, ahora que está tan de moda?
-Ha dado usted en el clavo, pues estoy preparando un trabajo que va a sorprender a los amantes de la gastronomía y que tiene como protagonista a alguien de ese mundo.
(*Publicada el 22 del 10 de 2014 en Canarias Gráfica)